Nacido y criado en Río Grande, Ezequiel Fernández Heredia es un joven que demuestra cómo la perseverancia y el esfuerzo pueden transformar un sueño en realidad.
En una entrevista en el segmento “Chicos que crecen” del programa “Un gran día” de ((La 97)) Radio Fueguina, compartió su historia de vida, sus desafíos y sus logros, que reflejan su pasión por la salud y la educación.
“Yo nací acá en Río Grande en 1997, y estudié mi primaria en la EPEIM. Después, me fui a la EMEI, donde terminé el secundario,” comenzó relatando Ezequiel.
Desde adolescente, tuvo claro que quería seguir estudiando y, tras terminar la secundaria, tomó una decisión importante: viajar al norte, a un pequeño pueblito llamado Puiggari, en la provincia de Entre Ríos.
“Hice todos mis estudios en un internado en Villa Libertador San Martín. Vivíamos ahí, comíamos ahí, y la verdad es que eso me enseñó mucho. Es un lugar muy especial, con una comunidad muy respetuosa, y donde se inculcan valores como respeto y solidaridad,” destacó el joven.
Ezequiel resaltó que en esa comunidad, de influencia adventista, aprender valores y convivir con distintas culturas fue una experiencia enriquecedora. “Es una zona tranquila donde uno puede dejar un celular o una billetera sin preocuparse. Además, tenés la oportunidad de conocer gente de todo el mundo, y eso te abre mucho la cabeza,” dijo con entusiasmo.
“Hay becas que te dan libros para vender, y con eso podes pagar tus estudios. Algunos amigos las aprovecharon mucho. Yo, en cambio, trabajé cortando pasto o haciendo pequeños trabajos para costear mis propios gastos,” comentó.
Sus padres, mencionó, siempre acompañaron sus metas, proyectándose y planificando año a año para facilitarle el camino. “Yo comencé a estudiar a los 18 años, poco después de salir del secundario. Trabajé en petróleo durante un año para ahorrar y poder irme a estudiar al norte,” recordó.
Claro que no todo fue fácil. “A mí justo me agarró el último año de pandemia, pero yo fui a buscar mi título y me tuve que quedar unos meses más, y ese fue otro esfuerzo también”, explicó Ezequiel. A pesar de las dificultades, su determinación prevaleció, y logró su objetivo en 2021.
Sobre cómo enfrentó la carrera, reconoció que no fue un camino sencillo. “Antes de irme, hice un curso para aprender a estudiar mejor, porque en la escuela no siempre te enseñan las Técnicas de estudio. Eso me ayudó mucho en Entre Ríos,” dijo.
En la universidad, hubo materias que le resultaron más fáciles y otras que requirieron mayor esfuerzo, pero logró disfrutar las más importantes.
Hoy, Ezequiel es licenciado en Kinesiología, un profesional que motiva a otros jóvenes a luchar por sus metas. “Estoy muy agradecido con mi familia y con todo lo que me enseñaron. Gracias a Dios, todo salió bien,” afirmó.
Su historia es un ejemplo de que, con esfuerzo, perseverancia y apoyo familiar, es posible sortear obstáculos y cumplir sueños.
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