La directora del Hospital Regional Río Grande, Viviana Müller, describió con crudeza la compleja realidad que atraviesa el principal centro de salud de la ciudad: falta de especialistas, obras sociales que adeudan millones, agresiones a médicos y un sistema burocrático que dificulta soluciones. En diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina, Müller detalló los problemas estructurales que afectan la atención pública.
Primeramente confirmó la grave escasez de médicos, especialmente en áreas críticas como neonatología y pediatría: «Hoy en el país se está viviendo una crisis en los hospitales, en las especialidades, en los profesionales. Nosotros tenemos una condición insular en el sur, lejos de los centros de mayor población de especialistas, y eso hace que sea muy dificultoso».
Explicó que muchos profesionales rechazan trabajar en la provincia por las distancias y la falta de beneficios: «Les dan vivienda permanente, un préstamo… En el caso de los neonatólogos, con tres personas no puedo cubrir guardias de 24 horas los 365 días del año».
La directora reveló que las obras sociales adeudan sumas exorbitantes al hospital, con la Obra Social del Estado Fueguino a la cabeza: «La deuda con OSEF son 2.000 millones de pesos. Este año recién recibimos el primer pago de facturas en mayo». Otras como OSECAC y la UOM también acumulan deudas de «600 y 560 millones respectivamente». Esta situación obliga a restringir servicios: «Estamos limitando la atención ambulatoria, pero la urgencia está garantizada. No queremos perjudicar al afiliado, pero quienes gestionan las obras sociales deben cumplir».
Müller se refirió al reciente ataque al director médico del hospital, quien fue golpeado por familiares de un paciente: «Fue una situación desafortunada, pero refleja lo que vivimos como sociedad: violencia e intolerancia». Agregó que el personal de enfermería también sufre agresiones: «La semana pasada, una enfermera denunció obscenidades. Tenemos policías, pero no alcanzan. No sé si habrá que recurrir a seguridad privada, aunque es costoso».
Criticó las normativas estatales que obstaculizan soluciones, como los requisitos del IPVyH para acceder a viviendas: «La burocracia ha quedado desfasada de la realidad. Deberíamos modernizar las reglas para retener profesionales». Además, destacó que el hospital necesita «600 millones de pesos mensuales solo para insumos básicos», como medicamentos y materiales para diálisis, un servicio vital para los pacientes.
Viviana Müller cerró con un llamado a la reflexión: «Esto nos involucra a todos. Trabajamos horas extras, recibimos agresiones, pero seguimos. La gente no siempre lo ve». Su relato expone una crisis de múltiples dimensiones que sin dudas exige respuestas urgentes.
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