Río Grande ha ido consolidando en los últimos años una visión distinta y más integral sobre la pesca y su potencial productivo. Desde una tradición marcada por la pesca artesanal, el Municipio trabaja activamente en fortalecer el sector, promover la producción local y mejorar la comercialización de los recursos marinos, en un contexto donde la mirada hacia el mar y sus productos se ha convertido en un pilar fundamental para la economía local y la alimentación saludable de la comunidad.
Así lo expresó Facundo Armas, secretario de Desarrollo Productivo del municipio, en declaraciones recientes en el programa radial “Radio Noticias” de ((La 97)) Radio Fueguina.
El funcionario contextualizó el trabajo que realizan con los pescadores artesanales y las cooperativas, poniendo en valor la importancia de potenciar la producción local y ofrecer un canal directo de comercialización para los productores de la ciudad.
“Desde hace casi seis años, comenzamos un trabajo de conocer quiénes son los pescadores y cuáles son sus necesidades. Visitamos a cada uno para entender sus lugares de pesca y sus posibilidades de comercialización, tratando de identificar quiénes trabajan específicamente con el recurso marino en nuestra zona”, explicó Armas.
En ese sentido, remarcó que “Hoy en Río Grande se produce pescado todos los días del año. Antes no pasaba eso, porque la mayoría de la población no sabía que había un producto local. Muchas pescaderías traen pescado desde el continente, que llega congelado, pero el pescado fresco y de la zona, que es la gran mayoría, ahora tiene un punto fijo de venta. Este punto funciona de martes a domingo en el Paseo Canto del Viento, y allí se pueden encontrar productos frescos, con valor agregado como empanadas, milanesas, pastas y filetes”, detalló.
Uno de los ejes del trabajo municipal ha sido que los pescadores puedan comercializar directamente, generando canales de distribución estables y libres de intermediarios, lo que favorece tanto a los productores como a los consumidores. “El objetivo es que tengan un lugar fijo para vender y planificar su producción, además de que el público tenga acceso a productos de calidad a buen precio”, añadió Armas.
Sobre la actividad pesquera en particular, destacó que “la mayoría de los recursos que se capturan en la zona son recursos muy importantes, que están justo frente a la ciudad y la provincia, y que por su calidad y variedad, son un patrimonio que sigue siendo subutilizado”.
Explicó que “los pescadores artesanales, principalmente rederos y de costa, trabajan en el intermareal, con recursos que tienen en el agua en estas épocas del año, y que, si bien en verano la temporada es más fuerte, en invierno también hay trabajo y planificación”.
En esa línea, mencionó que uno de los pescadores más reconocidos de Tierra del Fuego, Ampuero, trabaja en la comercialización a través del Paseo Campo del Viento, y colabora con los demás pescadores de la provincia para optimizar la producción y los recursos.
“El municipio aporta en infraestructura, como heladeras y máquinas de envasado al vacío, para que ellos puedan reducir costos y ofrecer precios más accesibles, beneficiando toda la cadena”, afirmó.
La iniciativa también se refleja en la generación de empleo y en un cambio cultural respecto a la alimentación saludable. “El consumo de pescado tiene una gran aceptación y entendemos que esto puede crecer aún más. La gente empieza a valorar el recurso local y a comprender las ventajas de incorporar más pescado en su dieta”, comentó Armas.
Finalmente, reconoció que la infraestructura aún representa una deuda pendiente. “Nos falta el puerto para la salida y embarque de la pesca en barcos, los muelles y rampas que permitan desarrollar la pesca embarcada, que hoy en Río Grande no podemos realizar. Esa es una de las grandes prioridades y desafíos que tenemos como comunidad”, concluyó.
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