El nombramiento del cardenal Robert Prevost como el nuevo Papa León XIV no sorprendió al experto vaticanista Tito Garabal, quien ya lo consideraba entre los favoritos. En diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina, el periodista con 36 años de trayectoria en la cobertura eclesiástica explicó que «el gran problema que había era que los cardenales no se conocían entre ellos», pero Prevost, como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, «tenía un contacto fluido con prácticamente todos los cardenales».
Garabal recordó que, aunque la prensa especulaba con otros nombres, él ya había mencionado al ahora Pontífice como una figura clave: «Si superan el tema de que nació en Estados Unidos en la votación, es un hombre que vivió mucho más en América Latina que en su propio país natal». Además, destacó la rapidez de la elección como un signo de consenso: «Me alegró muchísimo que fuera rápidamente la designación. Esto también es un dato muy importante».
El nombre elegido, León XIV, no fue casual. Según Garabal, «está marcando que el nuevo Papa quiere poner la doctrina social de la Iglesia en el centro del Pontificado». La referencia a León XIII, conocido como «el Papa de los Trabajadores», no es menor: «Francisco venía hablando de que la Revolución de la Inteligencia Artificial iba a ser tanto o más dañina que la Revolución Industrial para los trabajadores. A León XIV le va a tocar llevar adelante este paso».

Respecto a su relación con el Papa Francisco, Garabal reveló que Prevost tenía una cercanía particular: «Se encontraban todas las semanas, los sábados a la mañana, para trabajar en la selección de obispos para todo el mundo». Esta continuidad se reflejará en ejes como «paz, justicia y solidaridad», aunque con un sello propio.
Sobre un posible viaje a Argentina, el analista no descartó la posibilidad: «No me extrañaría que uno de los primeros viajes que encare León XIV sea a la Argentina, un poco para celebrar la figura de Francisco». Prevost conoce bien el país, donde visitó en múltiples ocasiones como prior de los Agustinos, incluso durante el cónclave que eligió a Bergoglio en 2013.
Concluyó destacando el simbolismo del nombre: «León XIII fue uno de los pontificados más largos de la historia, revolucionó la inserción de la Iglesia en los sectores populares. Que (León XIV) termine rezando el Ave María también marca una consonancia, porque a León XIII se lo llamaba el Papa del Rosario». Una elección que, según Garabal, anticipa un papado enfocado en la unidad y los desafíos sociales del siglo XXI.
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