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Gremiales

La incertidumbre no cesa, el drama de los trabajadores textiles

Germán Resquín, delegado de los textiles de BARPLA, dialogó con ((La 97)) y alertó que el sector aún no se encuentra dentro de la 19.640.

La difícil situación que enfrentaron las empresas textiles el año pasado, con la proximidad del vencimiento de la prórroga al subrégimen, fue evidente para todos. Sin embargo, el problema que parecía haberse resuelto con la firma del entonces Ministro de Economía, Sergio Massa, parece persistir.

En relación con esta problemática, el equipo de ((La 97)) Radio Fueguina conversó con Germán Resquín, delegado de los trabajadores de la textil BARPLA, quien advirtió: «Aún estamos lidiando con ciertas cuestiones burocráticas del INTI nacional, donde necesitamos ciertas aclaraciones, ya que, después de la firma de la resolución 19.640 que debería haber incluido a los textiles, todavía no se han incorporado oficialmente al subrégimen».

«Lo que se hizo fue una extensión; se solicitó documentación a las empresas, pero aún no tenemos una confirmación oficial de que los textiles estén dentro del subrégimen y reciban los beneficios correspondientes, es decir, una extensión de 5 años más otros 5», advirtió el gremialista, lo que mantiene la incertidumbre en el sector.

«Esto es como volver al punto de partida. Ya hemos completado todo el proceso de transición con el nuevo gobierno, hemos enviado toda la documentación requerida, pero aún no hemos recibido una respuesta definitiva sobre nuestra inclusión en el subrégimen para continuar nuestras operaciones e inversiones según las necesidades de la empresa», lamentó Resquín.

En este contexto, señaló que el mes pasado se llevó a cabo una inspección general del sector, similar a una auditoría, con representantes del INTI, AFIP y el Gobierno provincial, «para colaborar de manera conjunta y agilizar los trámites relacionados con la situación de los textiles y determinar si están incluidos en el subrégimen».

Sin embargo, la crisis es evidente en el sector. Según lo informado por Resquín, «Textil Río Grande está al borde de la quiebra, con numerosas suspensiones, mientras que otras empresas operan al 50% de su capacidad. En Australtex, se despidieron a 35 empleados y están considerando más suspensiones. No hay un camino claro hacia el futuro».

Finalmente, el delegado textil consideró que es urgente tomar medidas para resolver de una vez por todas la situación de las empresas textiles: «Necesitamos unidad para definir un plan de acción, ya que los salarios no alcanzan, hay incertidumbre sobre la continuidad laboral y no sabemos si habrá indemnizaciones. Instamos al Gobierno a actuar con determinación y buscar soluciones para el sector industrial, no solo discursos», concluyó enfáticamente.

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