La Ley 27.412 de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política sancionada en 2017 marcó un hito en la lucha por la igualdad de género e inauguró una nueva etapa en nuestro país al garantizar el acceso real de las mujeres a espacios de representación.
Sin embargo, actualmente en nuestro país son dos las provincias que no cuentan con leyes que garanticen la paridad de género: Tucumán y Tierra del Fuego.
En Tierra del Fuego, puntualmente, todavía se mantiene vigente la Ley 408 de Cupo Femenino sancionada en 1998 que establece el requerimiento de que las listas de candidatos/as cuenten con “un mínimo de un treinta por ciento (30%) de cada sexo de los cargos a elegir y en proporciones ciertas de ser electas”.
Los distintos proyectos presentados hasta la fecha y que se anticipaban podrían tener un tratamiento «veloz» en la Legislatura, no lograron los consensos necesarios y aún no queda en claro si se avanzará con una reforma integral o si la paridad quedará reflejada solamente en la conformación de las listas.
«Durante el año pasado se ha discutido el proyecto, no se pudo llegar a la sanción de la ley todavía porque la discusión, básicamente está en si la paridad es integral o la paridad está dada solamente en una lista para una elección», señaló Mónica Urquiza hace días, aunque lo cierto es que el proyecto está «planchado» y con el cronograma electoral en marcha, se votará con la ley vigente: sin paridad.
Mientras tanto, los municipios avanzan
En mayo pasado y luego de caldeados encuentros, el Concejo Deliberante de Río Grande aprobaría el proyecto de Paridad de Géneros que impulsó el concejal Javier Calisaya y que luego sería reglamentado, en junio, por el intendente Martín Pérez.
El artículo 3 de la norma establece que «las listas de candidatos y candidatas a Concejales y Convencionales Estatuyentes se conforman cumpliendo la regla de paridad de géneros, garantizando una equivalencia del 50% de género femenino y 50% de género masculino y presentadas de manera alternada y secuencial».
La paridad también garantiza que por el número impar de los miembros del Concejo, «la diferencia numérica entre los géneros de una misma lista no puede ser mayor a uno, pudiendo ocupar el primer lugar de la lista de un hombre o una mujer de manera indistinta». Y establece, en caso de vacancia, que «las vacantes se cubren según el orden de la lista, asignándose el cargo a las personas candidatas titulares de la lista que corresponda, de igual género que la persona que deja la vacante, respetando la regla de paridad de géneros».
En el caso de Ushuaia, el Municipio también modificó sus normas en el 2022, aunque en este caso fue a través de una reforma integral de la Carta Orgánica, en el marco de una Convención Constituyente.
La Carta Magna incorporó el principio de la Democracia Paritaria como eje de la conformación del Concejo Deliberante, de acuerdo al resultado electoral, dando respuesta a un Movimiento de Mujeres de Ushuaia que luchaba por este derecho desde hace casi una década.
La modificación se dio en el marco de una convencional en la que se reformaron también otros aspectos: se incorpora la figura del viceintendente y se amplia el número de concejales, por citar apenas dos ejemplos.
Y estos dos puntos son también clave para que se de la paridad de forma real: el Concejo Deliberante de Ushuaia tiene 9 miembros, pero el viceindentente o la viceintendenta será también quien presida el cuerpo (como sucede en la Legislatura), por lo que en la práctica habrá 10 integrantes. Esto garantizará que desde diciembre de este año, el cuerpo deliberativo de la capital esté integrado por 5 hombres y 5 mujeres.
Por último, Tolhuin sigue sin contar con su Carta Orgánica propia y depende de las normativas electorales que dispone la Legislatura. Por ello es que el Corazón de la Isla también padece la dilación de los legisladores y aún no puede contar con una paridad efectiva.
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