El intendente de Río Grande, Martín Pérez, anunció que no vetará la cuestionada ordenanza sancionada recientemente por el Concejo Deliberante de la ciudad, que dispone guardias veterinarias obligatorias y que fue desconocida por el colegio que agrupa a los profesionales en esa materia.
Pérez, en rueda de prensa, justificó la promulgación de la norma en el convencimiento de la existencia de “una necesidad concreta en la sociedad, son miles de vecinos y vecinas con mascotas que se encuentran en situaciones durante la noche de urgencias, que no pueden ser atendidas”.
No obstante, abogará por un entendimiento con los veterinarios para lograr una reglamentación que sea aplicable y no perjudique a ningún sector. «Esta semana vamos a convocar al Colegio de Veterinarios, vamos a charlar con ellos respecto a cómo será la reglamentación de la ordenanza. La idea no es perjudicar a nadie” añadió el jefe comunal respecto del rechazo de los veterinarios a acogerse a lo que dispone la ordenanza, cuyo autor es el presidente del Concejo, Raúl Von der Thusen.
“No queremos perjudicar ni al Colegio de Veterinarios, ni la profesión de nadie, ni tampoco inmiscuirnos en un tema que no le compete al municipio” mencionó Martín Pérez frente a la principal queja de los médicos veterinarios, que ni el Concejo ni la Municipalidad pueden definir regulación alguna respecto del ejercicio de su profesión.
En definitiva, el proceso será que existe una necesidad vecinal, la ordenanza no se va a vetar desde el Ejecutivo Municipal, y se va a intentar llegar a un acuerdo con el Colegio para arribar a una reglamentación “para poder brindar un servicio de calidad a los vecinos” según confió Pérez.
El intendente destacó el trabajo que se realiza desde el área de zoonosis del municipio, principalmente castraciones: “estamos ocupándonos activamente de las castraciones y a una política de prevención, de acompañamiento en la formación de tenencia responsable de las mascotas” se explayó, en respuesta al reclamo de los veterinarios de la necesidad de un hospital veterinario municipal que asuma las urgencias y emergencias, y no ellos como profesionales privados.
Por eso mismo, abogó por “llegar a una instancia de diálogo, si nos ponemos en posturas cerradas de ambos lados, vamos a terminar perjudicando a vecinos y vecinos que necesitan”.
Insistió en su confianza en que el diálogo devendrá en una reglamentación de la ordenanza “aplicable, en el marco de un acuerdo con el Colegio de Veterinarios. A mí me han presentado una nota al respecto, obviamente tendrán la posibilidad de llevar adelante las instancias que crean correspondientes. Nosotros desde nuestra función vamos a convocarlos y dialogar con ellos, para llegar a un punto de acuerdo”.
“Si hay buena voluntad de todos, podemos encontrar una solución a este problema y brindar un servicio a tantos vecinos y vecinas que necesitan” del servicio que propone la norma, entendiendo que “ese es el espíritu de la ordenanza y es donde nosotros tenemos que encontrar un punto de equilibrio” exhortó finalmente Martín Pérez.
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