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Avalancha

No se explican cómo el esquiador sobrevivió 3 horas bajo la nieve

Fabricio, uno de los rescatistas, compartió en ((La 97)) aspectos y detalles del sorprendente rescate del sábado en el glaciar Martial, donde se logró salvar la vida a un esquiador atrapado durante tres horas bajo una vaalancha.

Fabricio Torres es coordinador del grupo de rescate del Club Andino Ushuaia y uno de los rescatistas que, integrando la Comisión de Auxilio de Ushuaia, formó parte del rescate este sábado, en plena noche bajo un metro y medio de nieve, de un esquiador que durante 3 horas allí permaneció luego de producirse una avalancha en el glaciar Martial.

La incógnita que subyace la noticia, es sin dudas el factor tiempo. Fabricio compartió con los oyentes de ((La 97)) un esbozo de explicación de cómo logró sobrevivir el chico tres horas, cuando la probabilidad se remite a 15 minutos de supervivencia: “Suele ser un factor muy influyente la postura en la que queda la víctima atrapada dentro de la avalancha, los espacios que quedan entre las extremidades y las mochilas o lo que puede llevar. Esas cámaras guardan aire y hacen que se pueda prolongar un poco más la expectativa de encontrarlos con vida”.

No obstante, y a pesar de su vasta experiencia, no deja de asombrarse, “estamos hablando de muchas horas, nosotros también estamos analizando cuáles pudieron haber sido esos factores, cómo fueron los hechos, así entendemos mejor qué fue lo que pasó”.

Existen antecedentes de tan extrema supervivencia bajo la nieve, en donde juega un papel fundamental la nieve en sí misma, su característica. Más que nada en base a estadística, la probabilidad aceptada es de quince minutos. Lo cual no significa que, pasado ese lapso, no existen probabilidades: “Hay registros de casos que escapan a esta probabilidad” afirmó el experto.

Fabricio amplió algunos detalles del exitoso operativo. Él propiamente estuvo abocado al traslado de personal hacia la montaña, “pero gente de mi grupo fueron los primeros en llegar. Lo primero que descubrieron fue una mano, donde había indicado el perro. Por la posición, era poco probable que estuviera vivo… pero empezó a mover la mano, estaban brutalmente sorprendidos”.

Confió que realmente los rescatistas consideraban muy poco probable hallarlo con vida a las 3 horas, “en un punto pensábamos que estábamos yendo a otro tipo de panorama. Ese movimiento te cambia toda la dinámica del rescate”.

Una vez extraído de la nieve, dijo Fabricio que se tomó la decisión, por las condiciones climatológicas, el estado de la víctima y los sistemas de salud disponibles, que “lo mejor que podríamos hacer era llevarlo al hospital en el menor tiempo posible. Se optó por eso. Habíamos subido una camilla de arrastre que nos prestó Gendarmería. Se lo empaquetó térmicamente y un grupo de esquiadores fue conduciendo la camilla que iba deslizando sobre la nieve” relató.

Consultado sobre la recurrencia de este tipo de accidentes -afortunadamente éste y el de la semana pasada en el cerro Godoy, con rescates exitosos-, apreció que “hay mucha más gente que se está animando a este tipo de actividades y lógicamente con eso aumenta la probabilidad de que estas cosas ocurran”. A modo de referencia, expresó que realizar alguna actividad de montaña, se trata de una actividad te riesgo, por el solo hecho del lugar donde se está haciendo.

“Siempre se puede sacar algo bueno de lo malo” enunció a modo de conclusión de la ajetreada jornada del sábado. Por ejemplo, señaló que a veces se da por sentado que, por no ir muy arriba en la montaña o no muy lejos de alguna base, estas cosas no ocurren: “Pero ocurren, ocurrió muy cerca de la senda, a muy baja altura. No promovemos que no se realicen estas actividades, pero sí que se haga de forma gradual y que la gente se capacite, porque aun teniendo todos los elementos, que no son baratos, falta capacitación y práctica”. Al respecto, mencionó una buena oferta de cursos sobre avalanchas, por ejemplo. Y también recomendó algo tan sencillo como, antes de emprender alguna travesía, “entrar a las redes y buscar determinados perfiles con mucha experiencia en donde encontrar algunas recomendaciones como para no meterse en una situación de riesgo”.

Finalmente, Fabricio dedicó un párrafo especial a los perros rescatistas, a Tango en este caso, el nuevo héroe de la ciudad: “Los perros son un recurso súper útil. Hemos tenido otras historias donde un perro ha hecho la diferencia, como en este caso, si no hubiera sido por los perros el resultado hubiera sido diferente. Muy probablemente el sábado hubiéramos estado sondeando hasta el domingo en la mañana”.

Por eso destacó y saludó el trabajo del bombero Julián, el tutor de Tango, de Johnny, de Sosa, toda gente que entrena perros para este tipo de situaciones donde, cuando se cuenta con ellos, por lo general marcan una notoria diferencia, a veces entre la vida y la muerte.

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