Publicado en
Construcción

Problemas de logística complican el abastecimiento de cemento en Río Grande

Los proveedores del Norte del país tienen suficiente stock de cemento para cumplir con lo que distribuidores y comerciantes requieren. Pero el sector transporte no logra reponerse del duro revés que causó la pandemia.

Subsiste en la ciudad de Río Grande la problemática relacionada con la correcta provisión de materiales de construcción, particularmente cemento, insumo fundamental para las distintas obras tanto públicas como privadas que actualmente se encuentran en desarrollo.

De tal manera, algunos vecinos han empezado a hacer oír su preocupación ante la escasez comprobada de cemento en los distintos comercios del rubro que proveen del material.

((La 97)) se comunicó con Claudia Duarte, representante de la empresa local El Dorado, especialistas en materiales de construcción, justamente cemento y hormigón, para escuchar de primera mano las razones del inconveniente.

Duarte claramente expresó que no se trata de un problema de escasez o falta de stock de cemento, propiamente, sino de cuestiones vinculadas con la logística y el transporte.

El faltante de cemento en Río Grande se debe a problemas con el transporte del material.

El Dorado se provee de cemento en una empresa situada en la localidad de Pico Truncado, provincia de Santa Cruz, a aproximadamente 1.000 km de la ciudad de Río Grande: “La empresa proveedora tiene stock para abastecer la necesidad actual. El problema puntual es logístico, básicamente de transporte, por diferentes motivos”.

En ese orden, Claudia Duarte enumeró algunos factores que afectan a los pequeños transportistas que habitualmente brindan el servicio hacia nuestra provincia: falta de neumáticos, falta de reposición, restricciones cambiarias en materia de importaciones, elevado costo de repuestos y reparaciones, entre otros.

Además, afirmó que, después de la pandemia, algunas pequeñas empresas de transportes no retomaron la actividad, por pérdida de capital de trabajo, etc.

En ese panorama inscribió el actual desfasaje en la provisión y entrega de cemento, particularmente. A ello sumó también algunos atenuantes externos como el inconveniente en términos de cupos de combustible en algunas estaciones de servicios, y la realidad de que los mismos proveedores están atendiendo obras de gran envergadura, como por ejemplo la presa hidroeléctrica en El Calafate. “Hay muchos atenuantes ante este problema que es totalmente logístico, con demora en las entregas” graficó Duarte.

Si bien la capacidad de almacenamiento de la empresa que representa es importante, con posibilidad de almacenar 10 equipos de cemento de 28 toneladas cada uno, igualmente se advierte a clientes que compran cemento acerca de las demoras en la entrega, que se van regularizando lentamente desde que comenzó el problema, en el pasado febrero. “A fines de abril tiende a mejorar, por lo que creemos que estará totalmente regularizado después de la veda invernal” anticipó.

En cuanto a la situación general del rubro construcción, en términos de particulares, Claudia Duarte manifestó que a estas alturas recién se están alcanzando los valores históricos pre pandémicos: “Estamos aún un poquito por debajo de nuestras entregas anuales, pero se nota una mejoría a partir de febrero y marzo, además de la obra pública, las personas individuales que tienen un ahorro prefieren colocarlo en ladrillo”, señaló.

Para finalizar, también compartió la tendencia de este último tiempo en el consumidor de anticipar la compra de hormigón, cemento, áridos, u otros materiales, con reserva de por lo menos un año. De esta forma, buscan garantizarse el precio y de alguna manera combatir la inflación y la pérdida del poder adquisitivo que conlleva.

Comentarios