Desde hace algunos meses, en mayor medida el Municipio de Río Grande pero también el gobierno provincial, han dedicado esfuerzos (y presupuesto) a mejorar los patios internos de los barrios Intevu, Chacra II y Chacra IV, abandonados por los funcionarios desde hace 40 años.
La mayoría de los vecinos de la zona agradecen las notables mejoras y se proponen cuidar los espacios que son para compartir, pero algunos -con actitud desaprensiva y propia de inadaptados- vuelven a ensuciar y arruinar lo que todos merecen disfrutar.
Hace un mes en nuestras páginas publicábamos imágenes del lamentable estado de la placita del barrio Gaucho Argentino, situado entre las calles Illia, Anadón, Cambaceres y Luisa Rosso, en Chacra II. Fotografías más que ilustrativas de cómo se arrojan orgánicos, pañales y basura de todo tipo en espacios donde los niños quieren jugar, exponiéndolos a infecciones y contagios.

La reacción de un vecino ante tanta falta de respeto por la convivencia sorprendió y nos devolvió la esperanza: un joven padre, Ezequiel, junto a sus hijos varones Enzo e Ian, armados tan solo con una pala y mucha voluntad, pusieron manos a la obra hasta devolverle a la plaza su impecable aspecto, adecuado para jugar y tomar aire fresco.
Ahora, Enzo (que asiste a la escuela 7) y su hermanito Ian (que va a la 19) podrán contarles a sus compañeritos que han aprendido una gran lección, a instancias de su familia. En apenas una tarde se han formado en valores como convivencia, solidaridad, respeto por los espacios comunes, colaboración y tantas otras materias, porque -como dicen- la escuela es el segundo hogar pero el hogar es la primera escuela.

Comentarios