Publicado en
Psicología

La necesidad de agregar la palabra «auto» a la compasión

En su segmento del programa Un Gran Día, la licenciada en Psicología, Jorgelina Esandi, nos explica los beneficios de mantener una actitud positiva hacia uno mismo.

Esta semana, trabajando en un colegio secundario, cuando entro al aula a trabajar con los chicos les pregunto si saben lo que es la compasión. Mientras yo anotaba la palabra en el pizarrón, les iba dando tiempo a que piensen de qué se trata esta palabra, la compasión.

A medida de que fueron pensando, les iban saliendo algunos conceptos; uno dijo empatía, otro dijo pensar en el otro, otro dijo sentir pena por el otro, comprensión, solidaridad, aceptación, perdón, amor, abrazos. A medida de que ellos lo iban diciendo, yo lo iba anotando en el pizarrón, pero qué diferente sería si a la compasión le agregamos el prefijo auto. Eso es lo que hice, escribir antes de la palabra compasión el prefijo auto: autocompasión.

¿Qué pasa si nosotros, todo esto que dijimos, todas estas hermosas actitudes las tenemos con nosotros mismos? Empatía, ponerme en mi propio lugar; pena por mí; comprensión, solidaridad por mi propio dolor, aceptarme así como soy, perdonarme si alguna vez me equivoqué, amarme, abrazarme.

La autocompasión es la puerta de entrada a la comprensión, al amor y a la compasión hacia otros. Si yo no me amo a mí mismo, si yo no me comprendo, si yo no me perdonó, ¿cómo puedo hacerlo con los demás?. Además de todo esto, la autocompasión es un antídoto perfecto para el estrés, por eso es que quiero dejarte la inquietud, la duda, de poder pensar en la autocompasión, pero no solamente de pensarlo, sino también de practicarlo. 

Estas cosas funcionan cuando yo las hago, yo tengo que poder tener pena, poder tener comprensión, poder aceptarme, ser solidario conmigo mismo, amarme, perdonarme si en algún momento me equivoqué y todavía me sigo castigando por ese pasaje, poder asumir una posición de comprensión. La autocompasión es sanadora, es liberadora y hace que me pueda conectar con el otro de una manera mucho más sana y fiel. 

Te dejo está inquietud, así como se la dejé a mis estudiantes en el secundario, que ellos puedan tener autocompasión, que vos puedas tener autocompasión, que te animes a entrar por esta puerta donde el otro no es tan importante, sino que antes que el otro estoy yo, antes que todas las cosas que la sociedad me pide están mis propias prioridades y esto no es egoísmo, esto es cuidado y protección.

Si yo no tengo autocompasión me descuido, me canso, me lleno de cosas y no pongo límites, pero si puedo sentir esa comprensión conmigo mismo, esa empatía qué distintas que son las cosas. Te invito a que practiques la autocompasión. 

Comentarios