Las autoridades del Ministerio Público de la Defensa de la República Argentina tomaron juramento en las últimas horas a los flamantes representantes de una nueva institución creada por el Congreso Nacional.
Se trata del Ministerio Público de las Víctimas, que tendrá representantes en cada una de las provincias del país y que permitirá un mejor acompañamiento y representación a personas que resultaron perjudicadas por delitos graves, como la trata de personas, la trata laboral, secuestros extorsivos y violencia institucional.
En un acto realizado por videoconferencia, atento a las todavía restricciones sanitarias, asumieron la Dra. Mariana Vera juró como defensora pública de Víctima con asiento en la Provincia de Catamarca y el Dr. Pablo Candela, como defensor público de Víctima con asiento en la Provincia de Tierra del Fuego.
Se concreta así el adelanto que el propio magistrado había dado a ((La 97)) Radio Fueguina hace semanas, luego de que su pliego fuera aprobado por el Senado de la Nación.
En qué consiste su nuevo cargo
Tras haber ejercido como representante del Ministerio Público Fiscal y luego ser designado como Juez de Instrucción Nº 3 de Río Grande, el Dr. Pablo Candela tendrá ahora un desafío doble: no solo estrenará un cargo, sino que ese mismo cargo será ejercido por primera vez.
En el año 2017, se creó la ley 27.373 de Derechos y Garantías de las Víctimas, que entre otras cosas crea la figura de Defensor Público de Víctimas para «ejercer la asistencia técnica y patrocinio jurídico de las víctimas de delitos en procesos penales, en atención a la especial gravedad de los hechos investigado», según se precisa en el Artículo 37 de la norma. Sin embargo, hasta ahora no se habían designado a esos representantes.
La Ley también indica que debe designarse un defensor por cada provincia y uno también para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires poniendo énfasis en la necesidad de representar de mejor manera en especial a las víctimas de delitos graves, como la trata de personas, la trata laboral, secuestros extorsivos y violencia institucional.
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