El 12 de abril de 1995 fue asesinado en Ushuaia el obrero de la construcción Víctor Choque, convirtiéndose así en el primer muerto durante protestas sociales desde el regreso de la democracia a la República Argentina.
Según la autopsia oficial, una bala de plomo se incrustó en su cráneo durante las manifestaciones provocadas por la ola de despidos y cierres de fábricas en Tierra del Fuego y que motivaron un levantamiento de los sindicatos contra la clase política en general.
Víctor Choque era salteño y en 1991 llegó a la capital buscando trabajo: lo encontró en la fábrica de electrónicos Continental, pero cuatro años después integró la interminable lista de despedidos.
Tras la brutal represión, que terminó con decenas de lesionados y la muerte de este trabajador, en ese momento dedicado a la construcción, la Justicia inició una investigación que libraría de culpa y cargo a la administración del entonces gobernador Estabillo y solo encontraría culpabilidad en el accionar del policía Félix Polo, quien disparó la bala que le quitó la vida a Choque.
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