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Seguridad en la red doméstica

Todos los protocolos de cifrado de la red wifi son en cierto modo vulnerables. Cómo tener una conexión más segura

Aunque la conexión a la red desde nuestras casas sea una herramienta que utilizamos todos los días y que se está convirtiendo —a medida que avanzamos hacia una sociedad más digital— en algo prácticamente imprescindible para poder trabajar, comunicarnos, entretenernos y realizar gestiones, lo cierto es que para la gran mayoría de las personas que la usan diariamente, el conocimiento acerca de los sistemas de seguridad que rodean a estas redes, más allá de las cuestiones más básicas, es bastante escaso.

Seamos sinceros, para muchos, el tema de la seguridad se reduce a poco más que poner un par de contraseñas y no acceder a enlaces sospechosos. Parece que solo cuando la amenaza está a las puertas empezamos a reaccionar a este tipo de problemática, y muchas veces para cuando empezamos a tomar medidas, ya es demasiado tarde, ya hemos sido víctimas de un ataque. A medida que el tráfico en la red aumenta, a medida que entornos digitales crecen, lo hacen también el peligro al que nos enfrentamos, ya que el campo de actuación de los ciber-delincuentes se amplia. Es por ello que merece la pena estar en sobre aviso y tomar las medidas de precaución y blindaje necesarias para reducir los riesgos de sufrir contratiempos en este sentido.

Antes hemos mencionado el tema de las contraseñas, y lo cierto es que, aunque básico, no es un tema nada desdeñable. Las malas prácticas en esta materia (como puede ser el uso de contraseñas predeterminadas, predecibles o excesivamente sencillas) puede abrir una brecha de seguridad que cualquier atacante podría utilizar para llevar a cabo sus actuaciones maliciosas. De esto se deduce que uno de los primeros consejos a tener en cuenta para mejorar la seguridad de nuestras redes domésticas sea establecer una contraseña reforzada, exclusiva y segura (no está demás tampoco cambiarla de vez en cuando para añadir una capa más de defensa). Otras pautas importantes para seguir incluyen cifrar las comunicaciones, lo recomendable es en nuestra red el cifrado WPA2, reconfigurar las credenciales de administrador establecidas por defecto, o actualizar el firmware del aparato para reducir la vulnerabilidad del equipo y de los dispositivos que tenga asociados.

Todos los protocolos de cifrado de la red wifi son en cierto modo vulnerables, por lo que, si queremos un extra de seguridad es utilizar un servidor vpn para cifrar las comunicaciones y evitar que alguien pueda interceptarlas.

Cambiar el nombre del identificador del paquete de servicio (también conocido como «SSID») predeterminado es otra práctica a seguir recomendada por los expertos.

Otros consejos básicos pueden ser: mantener el firmware siempre actualizado, crear una red de invitados para dar acceso a internet a los visitantes que vengan a casa (y que podrían traer malware en sus dispositivos incluso sin saberlo), o desactivar las funcionalidades WPS y UPnP.

  • WPS (Wi-Fi Protected Setup) es un estándar​ para facilitar la configuración de una red WLAN segura con WPA2, pensados para minimizar la intervención del usuario en entornos domésticos o pequeñas oficinas, el problema es que se trata de un protocolo antiguo que presenta numerosas vulnerabilidades. Lo recomendable es desactivarlo en cuanto acabemos de configurar nuestra red.
  • UPnP (Universal Plug and Play) es un conjunto de protocolos de comunicación que permite a periféricos en red, como computadoras personales, impresoras, pasarelas de Internet, puntos de acceso Wi-Fi y dispositivos móviles, descubrir de manera transparente la presencia de otros dispositivos en la red y establecer servicios de red de comunicación, compartición de datos y entretenimiento. Sufre diversas vulnerabilidades que hacen que no sea aconsejable tenerlo habilitado si no se está utilizando.

La elección del router también puede jugar un papel importante a la hora de blindar nuestras redes domésticas. Decantándonos por un router con WPA2, con controles de seguridad y antivirus, o con administrador de aplicaciones (cada vez más modelos ofrecen esta opción), estaremos encaminándonos a una protección más reforzada.

La seguridad de nuestras redes wifi particulares no es una cuestión trivial. La cantidad de contenido privado, datos importantes e información sensible que acumulamos en los dispositivos que tenemos conectados a estas redes es enorme, y el daño que se nos puede infligir accediendo a esa información y usurpándola es muy significativo. Por suerte siguiendo una serie de consejos de seguridad y el resto de las recomendaciones de los expertos en seguridad, está a nuestro alcance tener una red doméstica más sólida y protegida.

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