Han pasado 40 años desde su construcción y los edificios del IPV, tanto en Chacra II como en Chacra IV dan muestras de padecer de manera lastimosa el paso del tiempo.
Muy de vez en cuando el Instituto Provincial de la Vivienda decide encarar labores de refacción en el exterior de las viviendas (suele ser una idea repetitiva en tiempos de campaña) pero estos trabajos rara vez han tenido un final satisfactorio.
El mismo camino parece querer seguir la intervención dispuesta en algunos edificios de Chacra IV que de pronto se han quedado sin un elemento vital como es el portero eléctrico, no tanto por comodidad como por la seguridad de los vecinos.
Una de ellos, Carolina, refirió en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina que se encuentran preocupados por la situación y que no han obtenido respuesta alguna en sus reclamos ante el IPV.
“Estaba quedando precioso –reconoció la vecina- pero sin mediar causa dieron por terminados los trabajos y el portero eléctrico desapareció”. El perjuicio para la seguridad es obvio: “Vivíamos con la puerta cerrada, y ahora tenemos que dejarla abierta porque nos anularon el portero eléctrico, no podemos creer que trabajen así”.
La intervención –hasta donde llegaron los trabajos- incluía al exterior y el interior del frente: “de un lado con madera y del otro lado con unas placas, ahora dejaron todo abandonado y no dejaron prevista la instalación del portero como estaba originalmente”, lamenta Carolina.
Nadie sabe si la complicada conexión del sistema de atención remota va a ser repuesto, pero los vecinos están muy preocupados: “Antes de comenzar las refacciones encargadas por el IPV, el portero eléctrico funcionaba perfectamente, pensamos que era cuestión de algunos días, pero se retiraron del lugar los obreros y quedó sin reponer el portero. Hace meses que estamos así y nadie responde en el IPV”.
Y no es sólo eso. El gobierno anterior encaró la construcción de escaleras emergencia, muchas de las cuales quedaron sin concluir y dando un aspecto lamentable. Comenta Carolina que “las escaleras de emergencia están a medio terminar, queda la puerta abierta y entra un frío tremendo”.
El problema no está planteado en un solo edificio, más bien parece que ha sido planificado de ese modo. Una recorrida por la zona permite comprobar que todos los PH intervenidos han quedado en la misma situación: sin portero eléctrico.
¿Responderá el IPV?
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