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El deseo de la madre de Catalina Colom: “Que no haya ninguna estrella amarilla más”

La familia de la nena atropellada en 2010 cerca del flamante puente peatonal reclamó que jamás se hizo justicia por su muerte.

Promediaba el martes 19 de octubre de 2010. En brazos de su padre y con su madre al lado, Catalina Adriana Colom (3 años) esperaba el semáforo para cruzar la exruta 3, en la intersección con calle Colón.

De pronto, la fatalidad con forma de camioneta se les vino encima. El vehículo, desvencijado, no apto para circular en la vía pública, transitaba a exceso de velocidad. Un desperfecto hizo que su conductor perdiera completamente el control y se subiera a la vereda, arrasando con la familia Colom.

Los dos mayores tuvieron lesiones de las que se recuperaron pronto, pero la pequeña Catalina falleció casi instantáneamente, producto del tremendo golpe. Casi 10 años después, los padres de la niña denuncian que “nunca tuvimos justicia, los dos asesinos de mi hija siguen libres, como si nada”.

Culpan al sistema judicial, pero también a la desidia de sus propios abogados y piden que el recuerdo de su hija sirva “para concientizar, que la gente esté más atenta, que saquen el pie del acelerador”.

Este sábado, María Clara y su esposo participaron de la inauguración del puente peatonal que lleva el nombre de su hija y expresaron su anhelo de que “no haya ninguna estrella amarilla más, que nos cuidemos entre todos”.

“Hay que hacer controles –reclaman- más educación vial, más controles para que no haya tantas infracciones”.

“Que no haya ninguna estrella amarilla más”, alientan, en referencia a las señales viales que marcan los lugares donde ha ocurrido alguna fatalidad, fruto del tránsito.

Un deseo que –saben- no se va a cumplir, pero creen que el nombre de su hija al pie del puente peatonal servirá para cambiar algunas conductas.

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