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Los últimos detalles de la investigación por la desaparición de Sofía Herrera

El juez Daniel Cesari Hernández brindó un completo panorama sobre los avances de la investigación. Las proyecciones de rostro de la niña, el identikit de un sospechoso y el pedido de captura que pesa sobre un testigo.

El Juez de Instrucción N° 1 de la ciudad de Río Grande tiene en su despacho la que sin dudas es la causa más compleja en la provincia de Tierra del Fuego: la desaparición de Sofía Herrara, ocurrida el 28 de septiembre de 2008. Desde su oficina, el magistrado Daniel Cesari Hernández accedió a dialogar con ((La 97)) Radio Fueguina y dio detalles exclusivos de los avances de la investigación.

En ese sentido, el Juez enumeró las actuaciones ordenadas por él, que comenzaron con el allanamiento en diversos parajes alejados de la provincia de Tierra del Fuego: «Se trataba de intentar localizar a una persona que podría haber sido considerada testigo. Se dispuso aquel operativo tan importante en la Isla para dar con esos elementos que el testigo había señalado. Y eso nos permitió descartar circunstancias que podían apuntar a la situación no vital de la menor».

Además, señaló que «ese testigo, que se suponía estaba en la Isla, aún no pudo ser hallado. Ese señor está siendo buscado en una causa que tramita en el Juzgado del Dr. Sahade y por ello hay una captura internacional. Hay un pedio de paradero y un pedido de detención».

La actualización del rostro de Sofía y el identikit de un sospechoso

«Mientras tanto se comenzó a pensar en actualizar el rostro. La última actualización se presentó en 2017. Hacia principios de 2020 se tomó la decisión y la semana anterior se dispuso la comunicación con el perito Alberto Suárez, a quien se le requirió la realización de un nuevo rostro», indicó Cesari Hernández y explicó que en este caso la proyección de la cara de la pequeña irá «acompañado de un segundo modelo con variaciones de cabello».

A pesar de lo relatado antes, el magistrado también refirió que «el estudio completo de la causa, de la que me hice cargo, llevó a tomar otras decisiones: entre ellas convocar a diversos testigos que fueron llevados nuevamente a declarar». Cesari explicó: «En 2018, a partir de un testimonio que prestó el niño (que acompañó a Sofía y su familia en el camping) y que decía haber visto a un hombre levantar a la menor en el campo, se lo volvió a convocar. Ya con varios años pasado el evento dio una versión muy próxima a la dicha en su momento: que Sofía había corrido al alambrado y un señor de pelo largo la subió a un auto y se fue».

«En ese momento el perito dibujante estaba en la Isla, y pudo dibujar el rostro: el resultado que tuvo fue una imagen próxima a la que se había hecho varios años antes. A partir de ahí se abre un proceso para considerar si ambos retratos pueden ser de la misma persona. En la descripción, en ambos casos se habla de un sujeto de cerca de 45 años», indicó, aunque aclaró: «Es un trabajo de diez años para poder imaginar cómo ese rostro dictado podría haber envejecido a la fecha. Recién ahí estaríamos en condiciones de procurar a partir de ese dibujo identificar el rostro. Ese identikit no me permite decir que pertenece a nadie».

Por otro lado, el Juez recordó que «del 2018 a la fecha también se siguió trabajndo con otras hipótesis, lo que llevó en los últimos años a realizar allanamientos por ejemplo en La Pampa y en la provinca de Buenos Aires y en otras localidades. Hemos hecho huellas de una menor y ADN; en todos los casos quedó en la nada».

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