El Decreto 793, firmado ayer por el gobernador Gustavo Mellela, supone un marcado retroceso en cuanto a las actividades que estaban permitidas en la ciudad de Río Grande y dispone un confinamiento prácticamente total para los vecinos.
Así, no solo las fábricas y los comercios en general deberán mantener sus puertas cerradas (en principio) hasta el día domingo, sino que hasta los supermercados se vieron obligados a bajar la persiana momentáneamente.
Sí hay apenas unas pocas excepciones que escapan a este confinamiento total, pero que podrán operar solo en horario reducido: de 9 a 18 horas.
Serán los comercios de barrio o llamados «de proximidad» (dedicados a la venta de alimentos, productos de higiene, etcétera), las farmacias (las de turno sí operaran las 24 horas) y las veterinarias.
En cuanto a la circulación de vecinos, solo se la tolerará para «la adquisición de alimentos, productos de higiene, veterinaria productos farmacéuticos, asistencia a centros sanitarios, desplazamiento con fines laborales para los trabajadores de actividades esenciales y para la asistencia y cuidado de mayores, menores y dependientes».
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