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Los cigarrillos comienzan a volver a los quioscos esta semana

Las tabacaleras obtuvieron la excepción a la cuarentena y reanudaron la actividad en sus plantas productoras. La provisión a los quioscos se normaliza lentamente.

Bajo protocolos sanitarios, tabacaleras ya trabajan para proveer a los kioscos ante el desabastecimiento de cigarrillos que trajo la cuarentena obligatoria en todo el país. El rubro es una actividad exceptuada en esta nueva etapa del aislamiento extendido por la pandemia de coronavirus.

A partir de este fin de semana, las dos plantas principales de fabricación de cigarrillos empezaron su retorno a la actividad. La fábrica de Massalin en Merlo y de British Tobacco (ex Nobleza Piccardo) en Pilar, ambas en Buenos Aires, aseguraron que están en condiciones de volver a la producción, con lo cual los cigarrillos de las primeras marcas podrían volver a los kioscos antes del próximo fin de semana, tardando unos días más en el caso de las provincias más alejadas de la Capital Federal..

La escasez de atados de las principales marcas, cuyas fábricas quedaron inactivas a partir del 20 de marzo, ya se había empezado a notar en algunas provincias durante el último fin de semana pasado.

 

Factor de angustia

La rehabilitación de las plantas de fabricación de cigarrillos debió sortear la traba de que no se trata, particularmente, de un consumo esencial (por el contrario, el tabaquismo también es considerado pandemia), pero en la actual situación de aislamiento obligatorio se tendrá una consideración particular para los fumadores en función de no generar más factores de angustia o tensión.

Con respecto al aprovisionamiento de la materia prima, la hoja de tabaco, no hubo mayores problemas de oferta dado que la producción no tuvo restricciones, aunque hubo roces entre la industria y la producción ante la actitud de una de las fábricas de negarse a cumplir con sus compromisos de pago y retiro del producto hasta que se reanudara la actividad. Esto ocurrió especialmente con los productores de Misiones y provocó reacciones y quejas ante una actitud calificada de abusiva.

En las últimas semanas, la falta de cigarrillos en los kioscos, el riesgo de la importación de países limítrofes, el contrabando en crecimiento que habían denunciado desde el sector impulsaron la puesta en marcha de las máquinas que fabrican el producto para evitar tales consecuencias.

En el último fin de semana la venta de tabaco para armar cigarrillos y los atados de algunas marcas al precio triplicado de su valor, fueron otra muestra de algunas «costumbres argentinas», incluso en esta emergencia y crisis económica y social

Desde la semana pasada comenzó a escasear el stock. Los kioscos tuvieron sus mostradores de productos de tabaco vacíos, mientras la cantidad de fumadores desesperados por encontrar un atado recorrían local por local buscando algo.

Asimismo, en las redes sociales hubo quienes aprovecharon esto haciendo valer la ley de oferta y demanda, vendían atados incluso a $500. Si bien desde los kioscos alertaron sobre el faltante, las casas distribuidoras insistían en que cigarrillos quedaban, aunque estaban entregando los paquetes de manera dosificada para que todos tuvieran.

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