El amor mueve montañas y ese mantra es hoy más cierto que nunca. Lo ha demostrado una pareja australiana que ha pasado por uno de los peores días de su vida, y todo por culpa de un descuido: tiraron su anillo a la basura. Sin embargo, su fue en recuperar el símbolo de su amor fue más grande que el desafío al que se enfrentaban y lograron encontraron su anillo.
La pareja, que no ha sido identificada, se encontraba haciendo una limpieza de su casa en la ciudad de Malvern, a las afueras de Melbourne, cuando prepararon un gran bolsa de basura llena de objetos viejos y sin valor que llevaron al punto limpio más cercano, en el pueblo de Stonnington. Era sábado por la tarde y volvieron a casa, pero ahí fue cuando se dieron cuenta del problema.
Entre las cosas que habían tirado había un pequeño joyero que contenía un «impresionante anillo de compromiso» que el hombre había regalado a su mujer cuando le pidió matrimonio. Así que, con las mismas, volvieron al punto limpio, pero ya estaba cerrado y los guardias de seguridad les dijeron que volvieran al día siguiente.
Una aguja en un pajar
Después de una noche sin dormir y cuando aún eran las 4 de la madrugada se plantaron de nuevo en la puerta del punto limpio. La basura ya estaba en el interior de un camión, por lo que tuvieron que convencer a los responsables del vertedero de que vaciaran 30.000 kilos de basura en el suelo para poder buscar su anillo. E, increíblemente, lo hicieron.
Los trabajadores fueron más allá de sus obligaciones y ayudaron a la pareja a dar con su anillo perdido
Por suerte, la pareja australiana había tirado su basura en una bolsa de basura rosa, por lo que fue más sencilla de localizar entre muebles rotos, cajas de cartón y restos orgánicos. Dentro estaba el joyero y, en su interior, su anillo. Habían sido capaces de encontrar su preciado tesoro dentro de un camión lleno de 30 toneladas de basura.
Jim Carden, portavoz del ayuntamiento de Stonnington, ha explicado a la CNN que «ha sido magia navideña», al mismo tiempo que daba las gracias a los trabajadores por ayudar a la pareja «yendo más allá» de su cometido. Eso sí, aunque reconoce que «fue algo muy valioso tanto financiera como sentimentalmente», avisa a otras personas que esto no se hace a menudo: los trabajadores están en contacto con restos que, en muchos casos, son peligrosos y vaciar un camión de basura no es algo que se deba hacer a la ligera. Esta vez, al menos, funcionó.
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