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Alerta jóvenes: Los gravísimos riesgos del “vapeador” o “cigarrillo electrónico”

En EEUU ya provocó más de 40 muertes, sus componentes se desconocen pero la arrolladora publicidad lo convierte en una moda para jóvenes. Conozcamos las terribles consecuencias que acarrea a la salud.

Durante muchos años se promocionó a los “cigarrillos electrónicos” -hoy conocidos como “vapeadores”- como una solución al hábito de fumar. Hoy, los científicos advierten que no sólo no disminuye la adicción sino que la refuerza, además de contener elementos altamente tóxicos en su composición.

Lo que el marketing promociona como “una moda cool”, está comprobado que representa un riesgo mortal para la salud. Autoridades sanitarias de Estados Unidos informaron recientemente sobre la muerte de cinco personas, debido a una enfermedad respiratoria «causada por el uso frecuente de cigarrillos electrónicos».

Ese informe indicó la existencia de 193 casos reportados de pacientes con «dificultad para respirar» y «dolor de pecho», y refirió que muchos de ellos «requirieron asistencia ventilatoria mecánica e internación prolongada». Los padecimientos derivaron en la muerte del paciente en al menos 43 casos comprobados.

Esta semana la gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer, decretó la prohibición de la venta de cigarrillos electrónicos, convirtiendo al estado en el primero que veda esos productos. En Argentina, los cigarrillos electrónicos y productos relacionados están prohibidos por la Anmat en el país desde 2011.

 

Evidencia segura

«Hay numerosa evidencia que demuestra que el cigarrillo electrónico es perjudicial para la salud y que no trae ningún beneficio respecto de los cigarrillos industriales», dijo el cardiólogo argentino Francisco Toscano Quilon.

Toscano Quilon, también miembro de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), comentó que recientemente se conoció una publicación del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos que alertó sobre una nueva patología de tipo respiratorio que afecta a jóvenes y adultos jóvenes, cuyo «único patrón común era el uso frecuente de vapeadores, habiéndose descartado cualquier tipo de patología infecciosa».

Al respecto, un artículo publicado días atrás en la revista New England Journal of Medicine reportó que un grupo de investigadores de la Universidad de Salud en Utah identificó una característica desconocida de la enfermedad respiratoria vinculada con el vapeo.

Los escáneres de pulmones de pacientes con enfermedad por el vapeo muestran lo que parece una neumonía viral o bacterial grave, pero las pruebas para confirmar esas enfermedades dieron hasta ahora resultados negativos.

En la Argentina, si bien no se dispone de estadísticas, el cigarrillo electrónico fue incluido en el registro de factores de riesgo y «se sabe que su consumo es cada vez más frecuente a causa de una cierta moda y el falso concepto de que es más sano que cigarrillo industrial», aclaró Toscano Quilon.

 

“Remedio” mortal

En diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina, la Coordinadora Nacional de la Alianza Libre de Humo de Tabaco Argentina (ALIAR), Licenciada Patricia Crocci, explicó la dimensión de los graves riesgos que corren quienes se entregan al “vapeo”.

“El vapeo –explicó Crocci- es un nuevo verbo que trata de instalar la industria tabacalera para hacer creer que el cigarrillo electrónico se vapea, no se fuma, que libera vapor, o sea que es vapor de agua, que el cigarrillo es inocuo”. “Todo eso es mentira, no son inocuos ni el cigarrillo electrónico ni las pipas de agua, los narguile tan famosos”, refutó Crocci.

“Todo eso es marketing engañoso, ese tipo de nuevos dispositivos de administración de nicotina, todos tienen nicotina, contienen un líquido con componentes muy tóxicos que el fumador le va agregando, no libera vapor sino un aerosol o un spray con partículas muy tóxicas que llegan a lo profundo del pulmón, generando un daño severo agudo que todavía en los Estados Unidos no se le puede poner nombre, no responde a antibióticos, no es una inflamación, es una enfermedad misteriosa que se da en pocas semanas”, se alarmó la profesional.

 

Nueva generación, en peligro

“No sólo no es inocuo sino que es muy tóxico”, subrayó Crocci: “El cigarrillo común, el de combustión, que quema el tabaco a 900 grados centígrados, es parte del pasado; ahora estamos con la reconversión de la industria tabacalera y este nuevo producto, con el formato de Nueva Generación, que es para el usuario del futuro y no se sabe exactamente qué contiene pero es francamente una amenaza para la salud pública”.

Por desgracia, en Argentina el vapeo ha pasado en ser, en muchos casos, un reemplazo del viejo hábito de fumar: Esta curva levemente descendente que está teniendo la epidemia de tabaquismo en Argentina va a cambiar como en los Estados Unidos, donde los pibes quedan muy atrapados por este producto nocivo, el vapeador.

Precisa la licenciada Crocci que “la encuesta Nacional de factores de riesgo del año pasado decía que el 1,1 por ciento de la población general fumaba cigarrillos electrónicos o similar, y entonces era un fenómeno periférico que no nos preocupaba, hasta que hasta hace algunos meses se publicó la encuesta mundial de tabaco en jóvenes, de donde surge que entre pibes de 13 a 15 años, bien chiquitos, escuelas privadas y públicas o sea todos los estratos sociales, el 7,4 por ciento de los pibes fuma actualmente cigarrillo electrónico o vapeadores y el 14,4 lo ha probado alguna vez”.

“Esto hizo saltar las alarmas –expresó Crocci- pero además, enseguida han aparecido internados con distintos problemas respiratorios, quemándole el pecho como dicen. “En cada vapeada me quemaba el pecho”, testimonian y a partir de ahí empezamos a advertir, alertar, a organizar reuniones para ver qué contiene y qué es lo que sabemos, lo poco que sabemos”, deploró.

 

Rico, pero mortal

Con relación a los peligros asociados al uso de cigarrillos electrónicos, una editorial publicada recientemente en el Journal of the American College of Cardiology (JACC) alertó sobre la orientación que tiene el vapeo y su promoción hacia los «jóvenes y adultos jóvenes», así como sobre «la utilización de saborizantes y aromatizadores para hacerlos más atractivos».

Al respecto, refiere Patricia Crocci, que el vapeador contiene “un aceite aromatizado, que se compra en los comercios, que no es barato, algunos tienen saborizante sabor a chicle, sabor chocolate, a mojito, frutilla, canela… realmente te deja la boca, como dicen los fumadores, con aromas extraordinarios, a diferencia del cigarrillo común, que te dejaba la boca como una cloaca”, ilustró

Pese al sabor atractivo, el producto final resulta altamente tóxico: “Algunos tienen dosis de nicotina equivalentes a dos atados de 20 cigarrillos, tienen altísima dosis de nicotina, con estos saborizantes, que son aceites, que en los Estados Unidos, los neumólogos apuntan a que el daño lo provocan estos aceites”, apuntó la Licenciada Crocci. Aunque la composición precisa es un secreto de los fabricantes, se sabe que contienen propilenglicol (un componente presente en los anticongelantes), metales pesados como cadmio, níquel, cromo y otros igualmente nocivos para el cuerpo humano, en particular los pulmones en donde se alojan.

 

El maldito marketing

Las escasas y limitadas campañas de prevención son impotentes frente a la dimensión de la publicidad que rodea a los cigarrillos electrónicos. “Los vapeadores compran lo que la industria con su enorme marketing las venden”, concede Crocci.  “Se invierten un millón de dólares diarios en publicidad, solo en los Estados Unidos, para venderlo como algo distinto”.

“’Si vapea no fuma’, dice la publicidad; es mentira, no sirve para dejar de fumar”, objeta la profesional. “Muchos pibes que nunca han fumado se inician con el cigarrillo electrónico, esto atrapa, genera dependencia rápidamente, es para convertir al fumador en adicto, no para que deje el hábito”.

“Es sumamente dañino, es lo que queremos advertir, fundamentalmente a los jóvenes y niños”, resumió la profesional.

 

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