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Cada vez más vecinos necesitan de los comedores para acceder a un plato de comida

El Comedor de María, ubicado en la Margen Sur, ha registrado un aumento en la cantidad de personas que asisten para poder alimentarse de manera gratuita.

El Comedor de María, ubicado en la Margen Sur, ha registrado un aumento en la cantidad de personas que asisten para poder alimentarse de manera gratuita. La responsable del espacio comunitario, María González, señaló que, de una semana a la otra, se torna cada vez más difícil satisfacer la necesidad de la gente que asiste.

“Se ha incrementado muchísimo en los últimos tiempos y no bajan (los pedidos)”, remarcó la cocinera, y agregó que “estamos teniendo de noventa y cien viandas diarias”. “Por ahí no damos a basto con los alimentos, por eso hacemos día por medio, tres veces a la semana, depende de la cantidad de alimento que tengamos porque, al ser mucho, se utiliza mucha cantidad”, relató González en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina.

La actividad solidaria de la institución nació doce años atrás, con la preparación de un guiso de arroz de veintiún viandas. Sin embargo, en este 2019, en los últimos meses, subió la cantidad de solicitudes de platos de comida. “Siempre he tenido, pero no tanta cantidad, habíamos mermado, pero ahora, este último tiempo, desde el invierno, se empezó incrementar y ya no bajó la cantidad”, resaltó la vecina.

“Aparte de tener las personas que vienen a retirar las viandas, que son las que viven un poco más cerca, tengo a quién le mando también los alimentos, que tampoco pueden venirse de uno de los barrios más alejados, por ejemplo”, precisó González, y advirtió que “llegué a tener ochenta, setenta, después tenía algunas épocas en las que tenía muchos menos que eran treinta o veinte, pero aparte eran niños y ahora son mayores también, tengo gente mayor que no tiene niños y eso se incrementó también”.

El comedor funciona gracias al trabajo de otras cuatro mujeres que antes concurrían como beneficiarias y, luego de mejorar su condición económica, pasaron a ser colaboradoras. Gonzalez señaló que, a partir de la nueva situación, se modificó el mecanismo de trabajo: “Ahora lo que vamos a comenzar a hacer, ya desde este mes que viene, es no anotar (a las personas), sino que el que venga al horario de retirar la vianda, se lleva mientras haya, y ya cuando se termina no se entregará más”.

Las vecinas solidarias incluso han llegado a cocinar 120 viandas y cuentan con el apoyo de algunas panaderías que brindan productos frescos de manera desinteresada. La referente barrial subrayó que “acá vienen, se comunican por alguien que les dijo, entonces nosotros los anotamos, les pedimos la fotocopia del documento de los nenes, como para saber la cantidad de dinero que teníamos, las edades, todas esas cosas, como para cuándo hacemos otros eventos, que pedimos juguetes y esas cosas, ya tenemos un listado”.

“La gente te dice si le podés dar una mano, si pueden venir a retirar la comida, y nosotros si hay comida se lo damos”, mencionó González, y añadió que “yo vivo en este sector hace mucho años y conozco a todos, gente nueva nueva en la isla no hay, lo que sí hay es gente que se fue y volvió”.

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