A mediados de este año Fairphone, una empresa holandesa fundada en 2013 por Bas Van Abel, lanzó al mercado el Fairphone 3. Una versión mejorada y más económica de sus dos celulares anteriores. La particularidad de estos smartphones es que son fabricados de una manera comprometida con las personas y el planeta, tal como indica el fabricante en su página web. La empresa busca que el proceso de producción, comenzando por la compra de materia prima hasta el ensamblaje, sea justo y no cause la explotación laboral de los trabajadores. Otro principio por el que apuestan, es no promover los conflictos bélicos causados por la obtención de los materiales utilizados.
Bas Van Abel, que participó en el congreso de innovación social y empoderamiento ciudadano celebrado en Málaga este año, aseguró que el consumo más sostenible es aquel que no se hace. Así pues, el objetivo principal de Fairphone fue alargar la vida de estos dispositivos más allá de la obsolescencia programada de los terminales convencionales, que no suele superar los 18 meses. Además añadió: “nuestro objetivo es que duren cinco años.”
Este pensamiento fue uno de los motores para crear los primeros teléfonos modulares; por este motivo la caja del Fairphone 3 incluye un mini-destornillador, además de un protector “bumper” y un manual de instrucciones. La telefonía modular prolonga la vida útil de los celulares evitando, por ejemplo, que un terminal quede obsoleto porque la batería haya dejado de funcionar u otro componente se dañe, ya que es posible comprar cada módulo del teléfono por separado y, gracias al ya mencionado mini-destornillador, no es necesario llevarlo a ningún soporte técnico especializado. La idea que tienen desde Fairphone es que cada uno pueda arreglar su propio celular.
Las cualidades del celular lo posicionan dentro de la gama media del mercado actual, aunque este marca la diferencia gracias a su batería extraíble de 3,060mAh con tecnología de carga rápida siendo esta una de las características vitales de los celulares de hoy en día ya que al contar con mejores propiedades suelen descargarse rápidamente dejando a los usuarios indefensos ante la búsqueda desesperada de un puerto USB o un enchufe. Cabe destacar, que ante esta problemática del mundo moderno, ya hay paradas de colectivos en Buenos Aires que cuentan con puertos USB para que los ciudadanos puedan recargar sus baterías. Otra localidad que sigue estos mismos pasos es Ushuaia, instalando terminales solares para celulares en la vía pública.
Seis son las piezas que uno mismo puede cambiar del teléfono y que se pueden adquirir desde su página web, siendo una de ellas la pantalla LCD de 5,65 pulgadas con una resolución de 2160×1080. Su cámara, con una resolución de 12MP con HDR, estabilizador de imagen digital, dual led flash y sistema operativo Android 9, permite grabación de videos en 4K. Su procesador es el Qualcomm Snapdragon 632, lanzado el año pasado, con 4GB de memoria RAM y tiene 64GB de almacenamiento interno ampliables mediante una tarjeta MicroSD. También es importante conocer que su memoria permite a los más jugones descargar sus juegos favoritos. Aquellos que lleven más de mil niveles en Candy Crush, o los que quieran seguir entrenando sus habilidades estratégicas con el póker o el ajedrez, podrán disfrutarlo sin ningún problema.
Foto por Paul Hanaoka // Common License
No por casualidad la traducción de Fairphone es “teléfono justo”, dado que la empresa ha pensado en el más mínimo detalle a la hora de ser sustentables y responsables con el medioambiente, ya que el celular viene sin cable USB, cargador ni auriculares, dando por sentado que todos tenemos en casa estos componentes y evitando la producción innecesaria de los mismos. Otra peculiaridad del Fairphone 3 es el lema ubicado en la tapa trasera, “el cambio está en tus manos”, haciendo referencia a la modularidad del teléfono e intentando concienciar acerca de nuestro rol con respecto al cuidado del medioambiente.
Por otro lado, uno de los objetivos de Fairphone es llegar al mundo corporativo, ya que a las empresas les será mucho más rentable tener smartphones que ellos mismos puedan reparar. Otra de las razones es que utilizar teléfonos que pretenden terminar con los problemas derivados de la fabricación de celulares, recurriendo a la transparencia e intentando hacer mejor las cosas a lo largo de toda la cadena de producción, es una forma ideal de comprometerse con los valores éticos.
Este smartphone sustentable y modular ya puede adquirirse en Europa por 450 euros y con el correr del tiempo estará llegando a Latinoamérica.