La Dirección General de Inspección realizó tres operativos de tránsito durante el fin de semana. Los controles arrojaron un saldo de siete conductores con alcohol en sangre, dos que se negaron a someterse al test y dos que evadieron el control. Además, hubo diez resguardos de rodados, seis por conducir sin licencia y cuatro por faltante del seguro automotor.
En diálogo con la ((97)) Radio Fueguina, el responsable del área municipal, José Díaz, señaló que “viernes y sábado se hicieron tres controles durante la madrugada, a partir de las cero horas del viernes y a partir de las cero horas del sábado, en distintos puntos de la ciudad”.
Según la estadística, Río Grande tiene un promedio de siete colisiones diarias en lo que va del año. Para el funcionario “hay choques que no dejan de sorprender” por el grado de negligencia de los conductores.
Excusas
Acerca de la dinámica de los controles y las insólitas respuestas que reciben los inspectores por parte de los infractores que se niegan al test de alcoholemia, Díaz subrayó que “hay cosas que causan gracia, alguno que tiene un poco de asma, otro que tiene lastimada la lengua, algunos ya al otro día parece que van a morir de un cáncer, tiran todo lo que pueden para zafar, hacen cualquier excusa”.
Pero algunas situaciones distan de ser graciosas: “Están los otros, que hacen acciones temerarias para escaparse de los controles, que la verdad que por ahí no se producen hechos graves de milagro”, se alarmó Díaz.
En ese sentido, precisó que “hacen cualquier cosa, doblan en contramano, hacen maniobras en “U”, se van marcha atrás 200 metros a toda velocidad, hacen de todo”.
Con relación a los hechos de los últimos días, además de los dos vuelcos en la esquina donde previamente se había pintado una Estrella Amarilla de concientización vial, el director de Inspección General remarcó el caso del presidente de Vialidad Provincial, Gastón Natale, quien chocó dos automóviles de transporte de pasajeros, manejando un vehículo oficial en estado de ebriedad.
“Lo más significativo (del fin de semana) es el siniestro provocado por un vecino que colisionó un taxi que iba con pasaje, el taxista resultó lesionado, esta persona se dio a la fuga, posteriormente, en la fuga, colisionó otro rodado que circulaba también, que se encontraba trabajando, que era un remis, hasta que fue detenido porque el vehículo ya no circulaba más, era un vehículo oficial; este conductor tenía 0,97 de alcohol en sangre y se procedió al resguardo del vehículo por parte de la Comisaría Primera, dado que resultó lesionado el conductor del taxi”.
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