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Buscan a Nicolás Duarte en cercanías de Río Grande

Por estas horas, la búsqueda se centra en la zona de la estancia San Luis, a unos 30 kilómetros de nuestra ciudad. Un testigo dijo ver a un hombre de similares características al que aparece en las fotos de búsqueda por esa zona.

Cuando pasaron más de 40 días de la desaparición del joven porteño Nicolás Duarte Luna, la Policía cuenta otra vez con un dato que seguir y una pista de la cual tirar.

Es que un vecino de la ciudad de Río Grande se presentó de forma voluntaria en sede policial para declarar en el marco de la búsqueda de paradero, alegando tener datos sobre el extraviado.

Este riograndense indicó a las autoridades que vio a un hombre calvo, de bigotes y barba, caminar por la Ruta Nacionla N° 3, en compañía de un perro, a la altura de la estancia San Luis.

Por ello, desde la Policía provincial ahora se han activado todos los protocolos para sumar esta nueva zona a las ya rastrilladas, que por ahora no arrojaron ningún dato.

La desaparición de Duarte

Duarte se ausentó el pasado martes 30 de abril a las 17 horas del domicilio donde se encontraba parando desde hace un tiempo en un hospedaje de la localidad mediterránea.

Se sospecha que el joven decidió realizar una caminata por el bosque fueguino, acompañado de varios canes, el día de su desaparición. Sin embargo, también es una posibilidad que Duarte se haya trasladado a Ushuaia o Río Grande «a dedo»,  por lo que se ha solicitado el apoyo de la comunidad para dar con él.

Incluso, desde la fuerza se adoptó la decisión de sumar unos veinte efectivos más a los rastrillajes y trabajos de averiguación que se vienen realizando. Además de los perros de rastreo, sumados hace pocos días, también arribó personal militar, que recorrió el cerro Michi, en cercanías de Tolhuin.

Para colaborar con el operativo y aportar datos que la fuerza considera «clave» para el hallazgo del joven, llegó también su familia desde la provincia de Buenos Aires. Su padre, Carlos Duarte, manifestó ante las autoridades su preocupación por los constantes cambios de estado de ánimo del joven, que fue internado en reiteradas oportunidades y que consumía medicación para sobrellevar un importante cuadro de estrés y depresión.

Todo esto se había agravado en los últimos meses, cuando Duarte sufrió el incendio de la vivienda donde residía en Tolhuiny se vio obligado a vagabundear por la ciudad, hasta recibir el cobijo de las autoridades de Desarrollo Social.

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