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Sub 20: A la Argentina se le escapó en el final y perdió por penales

La barrera de los cuartos de final sigue siendo infranqueable para la Argentina, que no logra saltarla desde la Copa del Mundo de Canadá, en 2007.

Una distracción, en el descuento del segundo capítulo del tiempo suplementario, hizo trizas el sueño de la Argentina en el campeonato Mundial Sub 20. Un tiro libre jugado con picardía por Mali le posibilitó al conjunto africano marcar el 2-2 y forzar la definición por penales. Allí, la selección falló el segundo remate, ejecutado por Tomás Chancalay, y la puntería de los juveniles malíes fue implacable para imponerse 5-4 y clasificar a los cuartos de final, donde se medirán con Italia. Para los chicos, la desazón por desperdiciar una oportunidad de cimentar con resultados una tarea de renovación, un proyecto. La barrera de los cuartos de final sigue siendo infranqueable para la Argentina, que no logra saltarla desde la Copa del Mundo de Canadá, en 2007.

El análisis era el correcto: controlar la posesión de la pelota y estar concentrados en defensa para no sufrir las transiciones rápidas del rival. Y eso intentó desarrollar la Argentina, a partir del manejo del balón: un dominio con vértigo, mediante el desequilibrio que proponían Julián Álvarez y Ezequiel Barco, los volantes externos que dispuso en el dibujo 4-2-3-1 el entrenador Fernando Batista; Gonzalo Maroni, que saltó por primera vez como titular en la estructura, no se afianzó en el eje central. Ellos, más las trepadas de Aníbal Moreno, eran quienes debían abastecer a Adolfo Gaich, el referente de área.

Fue Álvarez, el juvenil de River, quien por las bandas hizo mayor daño. En los primeros compases, después de interceptar una salida del zaguero Kanoute, habilitó a Gaich, aunque el centro no fue medido y el artillero quedó fuera de escena. Encendido, dos veces puso a prueba los reflejos del arquero Koita, con remates desde fuera del área.

Por contextura física, el juego aéreo no asomaba como una ventaja para la selección, aunque en los tiros de esquina que ejecutó Barco, el capitán Nehuén Pérez logró cabecear en tres oportunidades: las dos primeras, entrando por el medio del área, fueron controladas por Koita; la última, anticipó en el primer poste, y la pelota se perdió por sobre el travesaño.

Sin ocasiones para romper en velocidad, la pegada de Kota resultó un argumento valedero para Mali. Intentó desde los dos laterales: desde la derecha, estrelló un tiro libre en el travesaño; desde el sector opuesto, la pelota se anidó en el costado de la red.

La referencia de Gaich es siempre una tentación para la Argentina. Moreno lo hizo, y el N°9 no pudo convertir, aunque la frustración no lo detuvo en la búsqueda. La respuesta de Mali apareció con un robo de Ousmae a Mura -firme en la marca y se desprendió en ataque, ya que el rival controló las trepadas de Ortega-; el envío lo peinó Pérez, en su afán por despejar, y habilitó a Kota, que de atropellada definió sin suerte.

Un error en un despeje aéreo -un defectuoso cabezazo de Kanoute golpeó en los pies de Fofana-, puso a Gaich frente al arquero rival; el remate de zurda se filtró entre las piernas de Koita y la Argentina tomaba una ventaja apenas iniciado el segundo tiempo.

Con la diferencia, De la Vega reemplazó a Maroni, lo que se desprendía como una lectura para aprovechar los espacios que se generarían por el adelantamiento de Mali, que no tuvo tiros de esquina en el primer capítulo y que por esa vía abrió una grieta en la selección. Un córner fue la llave del empate africano: Diaby le ganó el salto a Pérez y dejó sin chance a Manuel Roffo.

Los veinte minutos finales quedaron marcados, con la Argentina retomando el control y Mali a la espera de los espacios para explotar la potencia física. El abanico que dibujó con la pelota, de derecha a izquierda y al revés, descubrió a Mura lanzando un par de pase, desde el fondo de la cancha, aunque el cabezazo de Gaich pegó en el palo derecho de Koita. Repitió la fórmula la selección, y el remate apenas viajó desviado. La respuesta africana fue un contraataque que lideró con habilidad y en velocidad Koita, que rechazó Roffo.

En 30 segundos del tiempo suplementario la Argentina tomó la ventaja, después de una carambola; en el primero minuto de los tres de adición, Mali igualó. Los penales, la felicidad de los africanos y la tristeza y el llanto argentino. El viernes próximo, a las 13.30, a Mali lo espera Italia, que el domingo dejó en el camino al local Polonia al vencerlo por 1-0.

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