La crisis económica le tocó la puerta a Mirgor, la empresa de ensamble de autopartes y electrónica fundada hace 35 años por la familia de Nicolás Caputo , el mejor amigo de Mauricio Macri . La compañía inició un proceso interno para avanzar con eventuales suspensiones y reducciones en las jornadas laborales de los trabajadores. Y no descarta despidos, al asegurar que serían casos de empleados con altos niveles de ausentismo.
En la empresa comandada por la familia de «Nicky» Caputo alegan que la caída del consumo interno sumada a las retenciones a las exportaciones que impuso el Gobierno y la caída de demanda de Brasil son un cocktail que hoy les impide seguir sosteniendo la actividad.
La relación de profunda amistad de Nicolás Caputo con el Presidente hoy no logra apaciguar los ánimos en Mirgor, que se suma así al concierto de empresas vinculadas a la industria automotriz que están al rojo vivo con el Gobierno por la política de reintegros y las retenciones a la exportación. Tampoco calmaron las aguas la visita del Presidente a las instalaciones de la fábrica fueguina, en enero de este año.
Según pudo reconstruir LA NACION de fuentes empresarias y políticas, «Nicky» fue visto en los últimos meses por parte del sector industrial como un posible interlocutor eficaz con la Casa Rosada. Pero optó por mantenerse al margen del conflicto. Alejado de la estrategia política del Gobierno, hoy limita su actividad pública a su rol como cónsul honorario de Singapur.
«Macri puede pedirle una mirada, porque es un tipo con mucha visión y es su amigo, pero no está en la mesa chica», explican cerca del Presidente. Macri acudió al consejo de Caputo cuando reformuló su gabinete en septiembre del año pasado, en medio de la crisis. En ese entonces, «Nicky» era partidario de descentralizar el poder que supo concentrar el triángulo de Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
«La relación con Macri es la de siempre, pero ahora no está en la mesa de decisiones», aseguran quienes conocen a los amigos.
Fuente: La Nación
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