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Amores y rencores: El discurso de Bertone, en modo campaña

La gobernadora, candidata a la reelección, reforzó su enfrentamiento con su principal rival, Gustavo Melella y no mezquinó críticas a la política nacional. Loas para Vuoto y Queno.

Con el cronograma electoral ya en cuenta regresiva, la gobernadora Rosana Bertone no eludió el tono de campaña en gran tramo de su maratónico discurso con el que abrió el 36to período de sesiones legislativas.

En medio de un repaso completo de su gestión -que encara su último año- Bertone dejó en claro quiénes serán sus aliados en su creciente pelea con el intendente de Río Grande Gustavo Melella, su único principal escollo para su intento reeleccionista.

Al mismo tiempo que eligió no mencionarlo (ni por su nombre ni por el cargo que ostenta) la mandataria renovó su enojo con Melella al tiempo que ponderó los méritos de los jefes comunales de Ushuaia (Walter Vuoto) y de Tolhuin (Claudio Queno) quienes se perfilan como sus principales aliados en la campaña electoral.

 

Culpa de Macri

Tras recordar las condiciones difíciles en que inició su mandato (“Asumimos en una Provincia sumergida en un caos económico y presupuestario con un Estado carente de planificación y de conducción en sus distintos estamentos”, repasó), dedicó extensos párrafos a lamentar la gestión del gobierno nacional y sus perjuicios para la provincia.

“Argentina transita una profunda crisis –deploró Bertone- los argentinos, no sólo esta gobernadora, nos sentimos decepcionados por el presente que transitamos”. “Un errado diagnóstico y equivocadas políticas nos condujeron a una Argentina que nos duele”, agregó.

“No existe indicador social o económico positivo en la Argentina del presente. A la constante precarización del mercado laboral se le sumó desde el 2018 la sistemática destrucción de empleo. La desocupación ya es de dos dígitos y eso confirma que si no se modifican las políticas nacionales el futuro será aún más doloroso”, auguró la mandataria provincial.

Continuó con su reprobación a la gestión de Macri, al apuntar que “La falta de apego en la defensa de nuestra producción por parte del Gobierno Nacional ha llevado a que se destruyan más de 125 mil puestos de trabajo sólo en el sector industrial”. “Nuestra industria sufrió también un ataque frontal por un despliegue macroeconómico equivocado y por decisiones de funcionarios nacionales que no comprenden o prefieren ignorar el valor que la industria tiene para nuestra provincia y su gente”.

“Argentina es un país rico con su gente empobrecida”, resumió Bertone.

 

Los amigos y los que no

En dos horas de alocución, Bertone mencionó en una sola oportunidad a su vicegobernador Arcando y casi no se refirió a su relación con la Legislatura. Se limitó a dar las “Gracias a los  legisladores de otras fuerzas políticas por apoyar las leyes necesarias para la defensa de nuestra soberanía y de nuestra industria”, y valorar la lealtad del oficialismo: “También quiero reconocer el trabajo de los legisladores de mi bloque. Gracias por mantenerse unidos, por estar a la altura de las circunstancias en los momentos más complejos, por hacer posible los cambios que nuestra sociedad demandaba”, reconoció.

De inmediato, se ocupó de exponer que su vocación reeleccionista va de la mano con las pretensiones de los peronistas Walter Vuoto (que quiere repetir como intendente de Ushuaia) y Claudio Queno (dispuesto a eternizarse al frente de la comuna de Tolhuin).

Se congratuló la mandataria provincial de “El trabajo junto a los intendentes Walter Vuoto y Claudio Queno, el compromiso de enfrentar juntos los desafíos del presente y del futuro nos han garantizado los mejores resultados en la mejora de la calidad de vida de los fueguinos”. “Mi reconocimiento a Walter por su enorme trabajo en una Ushuaia que nunca estuvo más linda y cuidada, y a Claudio por su enorme capacidad de liderar el crecimiento de Tolhuin”, elogió, respaldada por los aplausos oportunos de la militancia.

De inmediato pasó a renovar su pelea con su rival en la carrera por la gobernación. Aseguró que “Nos hubiera gustado trabajar del mismo modo con el municipio de Río Grande”. “Hicimos y seguiremos haciendo todos los esfuerzos para eso. Pero quiero decir que cuando el Municipio demora o niega un permiso de obra no perjudica a un gobierno, sino a los vecinos”, subrayó Bertone.

Dejando en claro que la disputa tiene todo el color y la impronta electoral, convino en que “No soy ingenua, entiendo las aspiraciones políticas y no me parecen mal. Pero les pido con el corazón que busquen otra forma de confrontar políticamente, sin poner a la gente como rehén, porque eso no es bueno para nadie”.

Más adelante –y saliéndose del texto que tenía frente a sí- Bertone prometió no permitir que “la clase política traiga delincuentes”, parafraseando expresiones de funcionarios suyos que acusaron al intendente de Río Grande de “traer delincuentes a la provincia”.

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