Ayer, el canciller argentino Jorge Faurie llegó a la Cámara de Diputados, en el marco de la Comisión de Relaciones Exteriores, para rendir cuentas de su gestión y la representación que hace en el extranjero del pueblo argentino.
Sin embargo, como era de esperarse la presentación viró en un sostenido ataque al canciller argentino, que la semana pasada protagonizó una fuerte polémica al asegurar, en un viaje a Londres, que los habitantes de las Islas Malvinas conforman un «pueblo».
Entre los asistentes a la Comisión se encontraba ayer el diputado Martín Pérez, quien cruzó duramente al Canciller y le pidió explicaciones sobre sus dichos.
Faurie había declarado desde Londres que los argentinos debían «respetar la vida de ellos, pero generar un vínculo como dos pueblos, como una nación que estamos en el Atlántico sur».
En consecuencia, Pérez le manifestó que los habitantes de Malvinas no son un «pueblo», sino «una población de origen británico implantada». Por ello, le pidió que ratifique o rectifique sus dichos ante los representantes del Congreso.
Incluso, lo puso contra las cuerdas al sostener que, en caso de haberse equivocado, debería replantearse el hecho de representar a la Argentina ante el mundo y, si fue adrede, sostuvo que Faurie podría estar respondiendo a otros intereses.
La respuesta de Faurie no fue satisfactoria ni mucho menos: ante los Diputados, el Canciller ratificó haber dado la categoría de «pueblo» a los habitantes de Malvinas.
Por ello, los representantes del Frente Para la Victoria ya adelantaron que solicitarán el juicio político a Faurie, al entender que no ha cumplido con sus deberes de funcionario público.
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