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Cuando la capital de Malvinas se llamó Puerto Rivero

Fue por lapsos muy breves, en 1966  y en 1982. En ambos casos el cambio de nombre fue vetado. Hoy se insiste, aunque por vías legislativas.

Fueron 36 horas en 1966 y algunos días en 1982. Breves lapsos en que Puerto Argentino fue rebautizado con el nombre del gaucho que se rebeló a los ingleses usurpadores en 1833.

La propuesta del legislador Federico Bilota (FpV) sería, entonces, el tercer intento de renombrar a la capital de las Islas Malvinas como Puerto Rivero, aunque esta vez por la vía legal.

Rechazada ya por el Consejo Asesor Observatorio Malvinas de Tierra del Fuego, la propuesta sería debatida en la Legislatura fueguina..

¿Cuáles fueron esas dos oportunidades efímeras en que Puerto Argentino perdió su nombre original?

 

1.- El “operativo Cóndor”, en 1966

El nombre de Puerto Rivero (en honor al Gaucho Rivero) apareció por primera vez en el año 1966, cuando un grupo denominado “Los Cóndores” compuesto por jóvenes militantes peronistas opositores secuestraron un DC-4 de Aerolíneas Argentinas que se dirigía de Buenos Aires a Río Gallegos y lo desviaron a las islas.

Fue parte de una operación denominada Cóndor. Eran opositores al gobierno de Juan Carlos Onganía y estaban liderados por Dardo Cabo y María Cristina Verrier.

Luego de aterrizar el avión en las Islas, durante 36 horas flamearon banderas argentinas y dieron un nuevo nombre a la ciudad. Su inexperiencia hizo que la gesta terminara muy pronto. Fueron rodeados por los isleños y se rindieron horas más tarde, enviados a Tierra del Fuego en barco y encarcelados.

El intento de rebautizar Puerto Argentino -como toda su reivindicación- quedarían en la historia sin generar cambios en la situación del archipiélago usurpado.

 

2.- Esos días de abril de 1982

El 2 de abril de 1982 las Fuerzas Armadas -que encabezaban una dictadura que gobernaba la Argentina desde marzo de 1976- tomaban posesión del territorio de las Islas Malvinas, ocupadas desde 1833 por el imperio británico.

Para el pueblo argentino y los países hermanos de la Patria Grande el 2 de abril se constituyó en un hito en la lucha de Latinoamérica contra las diversas formas de ocupación e injerencia de Gran Bretaña y sus socios de la OTAN.

Acta de defunción de Pedro Edgardo Giachino, donde se lee «Puerto Rivero, Ex Pto. Stanley»

 

El 5 de abril de 1982, tres días después de la operación militar que recuperó las islas Malvinas, un medio entrerriano “El Diario de Paraná” tituló con una mención de Puerto Argentino, llamándolo  Puertoto Rivero, en homenaje al gaucho nacido en esa provincia (ver imagen).

El Diario de Paraná tituló el día 5 de abril de 1982 con una mención de Puerto Argentino como Puerto Rivero,

 

En distintos documentos (y algunas cartas) se optaría por uno u otro nombre, incluso hasta se llegó a usar erróneamente el de “Puerto Soledad”.

Por esos días de confusión, la Academia Nacional de la Historia vetaría el cambio de nombre, reflotando un dictamen de 1966 suscripto por Ricardo Caillet-Bois y Humberto Burcio.

Finalmente, el gobierno de Leopoldo Galtieri, a través del decreto 757/82 del 16 de abril de 1982, renombraría la ciudad como Puerto Argentino para reivindicar su soberanía sobre las islas.

 

Quién fue “el Gaucho Rivero”

Antonio Rivero, gaucho entrerriano, bandolero para algunos (que citan fuentes británicas), héroe para muchos otros,  llega a las islas Malvinas en el año 1827, y fue un testigo presencial fundamental de la usurpación británica ocurrida en 1833. Se dice de él, que trabajó de peón en Puerto Soledad atrapando ovejas y cerdos, a los que luego amansaba. La gran mayoría de los gauchos e indios insurgentes del 26 de agosto de 1833 eran peones, las más de las veces, mal pagos.

Luego de que los británicos ocuparan las islas Malvinas aquel 3 de enero de 1833, un grupo de tres gauchos (Antonio Rivero, Juan Brasido y José María Luna) y 5 indios (Manuel González, Luciano Flores, Manuel Godoy, Felipe Salazar y M. Latorre, éste de ciudadanía chilena) acopian armas y puñales y en agosto del mismo año hacen frente a la usurpación.

 

El invasor no se rinde

La bandera del usurpador dejó de flamear desde agosto de 1833 hasta enero de 1834.  No obstante, la suerte de los valientes restablecedores de la soberanía nacional sobre las islas Malvinas tuvo un vuelco significativo cuando llega a las costas de Puerto Soledad el barco inglés Challenger, el 8 de enero de 1834, pues el capitán Seymour despachó al teniente Henry Smith junto a cuatro suboficiales y 30 soldados de Marina para que busquen al grupo liderado por Antonio Rivero.

Recién el 21 de enero los ingleses logran recuperar el control de Puerto Soledad.  La persecución fue más punzante, y Rivero y su gente debieron pedir pequeñas treguas por la falta de alimentos.  El primero en entregarse fue el gaucho José María Luna ante el capitán Seymour el 11 de enero, y el último fue el gaucho Antonio Rivero, el martes 18 de marzo de 1834.

Conducido a Londres fue juzgado por un tribunal militar -instancia de la que poco y nada se sabe al respecto-, y luego Rivero retornó a Montevideo, liberado y de regreso a Buenos Aires donde posteriormente integró los ejércitos de la Confederación Argentina.  Se estima que murió combatiendo otra vez a los ingleses, junto a sus aliados de Francia, en la Batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de Noviembre de 1845.

 

De bandolero a mártir

Hacia 1966 la Academia Nacional de Historia emitió un dictamen donde dejó constancia que “los antecedentes documentales hasta ahora conocidos, no son nada favorables para otorgar a Rivero títulos que justifiquen un homenaje”.

Los historiadores Caillet-Bois y Burzio consideraron que Rivero era un «delincuente», basándose únicamente en actas labradas por los británicos, y recomendaron a la Cancillería suspender la realización de un monumento en homenaje a Rivero. En el mismo dictamen, afirman que “ningún deseo de reivindicación nacional movió a estos hombres. Aparentemente ellos estaban molestos porque no se les pagaba debidamente por sus tareas”.

La historia de Antonio Rivero en Malvinas tuvo un capítulo nuevo en el 2003, cuando la misma Academia Nacional de Historia que lo detractara en 1967, aprobó por unanimidad un dictamen favorable para que un colegio entrerriano lleve el nombre de Antonio Rivero.

En el 2012 la AFA bautizó «Copa Gaucho Rivero» al trofeo a conquistar en el torneo de fútbol de primera división.

El gobierno de Cristina Kirchner lo reivindicaría más adelante, hasta nuestros días en que muy pocos discuten sus méritos y su imagen está mucho más cercana a la de un mártir, en el marco de la lucha por la soberanía.

Pero no parece bastar aún para que se acepte la idea de sacarle su histórico nombre a Puerto Argentino para imponerle el del gaucho que se rebeló a los invasores británicas.

 

Redacción radiofueguina.com

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