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Terminó la búsqueda de los 44 tripulantes del ARA San Juan

Ya no hay esperanzas de encontrar con vida a los marinos. Seguirán los rastrillajes para dar con los restos del navío

A 15 días de la desaparición del submarino ARA San Juan, la Armada Argentina confirmó que «no habrá salvamento de personas», por lo que ya no hay esperanzas de que los 44 tripulantes estén con vida. 

El capitán Enrique Balbi, vocero de la Armada, leyó la «gacetilla número 50», en la que dio cuenta de la finalización del caso SAR (Search and rescue, por sus siglas en inglés) para pasar a fase de búsqueda. Según explicó, el SAR tiene como objetivo «el salvamento de personas, con el fin de preservar la vida humana», algo que finalmente fue descartado.

Después de haber recorrido un millón de millas náuticas y tras analizar esa área a una profundidad de 300 metros sin resultados positivos, sumado al hecho de que la última comunicación de la tripulación fue hace dos semanas, la Armada tomó esta decisión de cambiar el protocolo de búsqueda y rescate por sólo búsqueda del navío. Sin embargo, si la embarcación está a más de 500 metros de profundidad se darán por finalizadas todas las operaciones.

El capitán Enrique Balbi confirmó que “no habrá salvamento de personas”

El capitán Enrique Balbi confirmó que “no habrá salvamento de personas”

De esta manera, los tripulantes ya no serán buscados con vida. Esto fue resuelto por el contralmirante Luis Enrique López Mazzeo, el militar a cargo de la base naval de Mar del Plata, quien fuera el que emitió el último comunicado conocido sobre el problema en las baterías que sufrió el ARA San Juan.

Balbi explicó que «no se encontró evidencia alguna de naufragio en las áreas exploradas ni se obtuvo contacto con el submarino ni con sus balsas».

En las últimas horas había llamado la atención que varios de los buques que participaban de las tareas en el Golfo San Jorge retornaban a Comodoro Rivadavia. Entre ellos el Atlantis, de los Estados Unidos, el Sophie Siem, de Noruega y el Didi-K, de Uruguay.

López Mazzeo, a cargo del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (CEOAA), firmará un nuevo comunicado avisando a los 18 países que participaron de los rastrillajes del cambio de modalidad de los operativos.

El buque Sophie Siem, de bandera Noruega

El buque Sophie Siem, de bandera Noruega

A partir de ahora concluye el convenio internacional que estaba vigente mientras se buscaba a los tripulantes con vida, por lo que las naciones que venían colaborando con la Argentina decidirán si continúan participando de las tareas para intentar rescatar los restos del ARA San Juan. Según supo este medio, la Armada norteamericana regresará a los Estados Unidos.

El ARA San Juan estaba siendo buscado desde el 15 de noviembre, cuando a las 7.30 de la mañana se registró a última comunicación del navío con la base naval desde la altura del golfo San Jorge, a unos 432 kilómetros de la costa. Tres horas después, la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE), registró una «señal inusual cerca de la última posición conocida» del «ARA San Juan». El ruido detectado por el organismo fue similar al captado por Estados Unidos, que registró una «anomalía hidroacústica» en el mismo lugar en el que se comunicó por última vez el submarino.

El 16 y 17 de noviembre se activó el operativo de búsqueda con dos naves de superficie de la Armada Argentina equipadas con sonar y dos aviones, primero, y luego se sumó la colaboración con apoyo logístico de Chile, Brasil, Perú, Estados Unidos y Gran Bretaña.

El sábado 18 de noviembre se detectaron siete intentos de llamados satelitales, pero cuando fueron analizados se descartó que fueran del submarino. Ese día también se sumaron a la búsqueda diez naves de la Armada, ocho aviones y un satélite de los países que brindaban su colaboración: Estados Unidos, Reino Unido, Chile, Brasil, Francia, Italia.

El domingo 19 se sumó a la búsqueda un minisubmarino de la Armada de los Estados Unidos, mientras que al día siguiente una sonda captó «un ruido» a 200 metros de profundidad y a unos 360 kilómetros de la Península Valdés, pero horas más tarde se confirmó que no salió del submarino. También se encontró una balsa vacía en el mar y se divisaron bengalas cerca del lugar de la búsqueda, pero luego se confirmó que tampoco correspondían al «Ara San Juan».

Al día siguiente, el 21 de noviembre, dos buques del Escuadrón de Rescate Submarino de la US Navy partieron desde Comodoro Rivadavia para sumarse a los operativos.
Una novedad significativa se registró el 23 de noviembre, cuando el embajador en Austria, Rafael Grossi, envió al Gobierno argentino el informe realizado por el organismo de Viena que detectó «un evento anómalo, corto, violento, singular y no nuclear, coincidente con una explosión», tal como lo describió el vocero de la Armada, Enrique Balbi, en conferencia de prensa.

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