Este jueves se llevó a cabo una reunión de la Comisión de Economía que preside la Concejal María Eugenia Dure para analizar, con funcionarios del Municipio la modificación de la Ordenanza sobre alcoholemia positiva e incluir en la misma el concepto de “tolerancia cero” para reducir los niveles de alcohol en sangre en los conductores.
El encuentro estuvo presidido por la concejal María Eugenia Duré y contó con la presencia de los concejales Miriam Laly Mora; Verónica González y Raúl von der Thusen en tanto que en representación del Municipio asistieron el secretario de Participación y Gestión Ciudadana, Federico Runin y el subsecretario de Participación y Gestión Ciudadana, Federico Greve acompañados por colaboradores de esa área del Municipio.
Se trató de la primera reunión para analizar la propuesta que oportunamente presentó el Ejecutivo Municipal a los efectos de reducir la tolerancia para los casos de alcohol en sangre en los conductores.
Luego de la reunión el secretario de Participación y Gestión Ciudadana, Federico Runin expresó que la intención del Ejecutivo es “declarar al Municipio de Río Grande como Municipio Tolerancia Cero de alcohol al conducir” y explicó que “en la actualidad hay un límite mínimo legal de 0.5 y se busca que todas las situaciones contempladas por debajo de ese 0,5 que hoy no se consideran infracción pasen a serlo y serán pasibles de una multa o una sanción y eso es lo que estamos analizando con los Concejales”.
Runin especificó que “así como el código de faltas estipula toda una escala de multas según la graduación alcohólica, es decir a partir de 0.5 hasta 0.75 se fija una multa, superior a 2 grados otra y esta modificación busca que a partir de 0 grados y hasta 0.2 una multa y posterior de 0.2 a 0.5 otra multa siguiendo en sintonía con la técnica legislativa del código de faltas”.
Y especificó que las sanciones de 0 grados en adelante irán desde 750 unidades punitorias hasta 5000 unidades punitorias, es decir estamos hablando de multas que van a superar los 10 mil pesos y un máximo de 70 mil pesos o más en los casos dónde haya reincidencia o antecedentes de tránsito por cuestiones de tránsito”.
Runín explicó que el objetivo es lograr que “el que bebe no conduzca” y adelantó que la medida, de aprobarse, va a ir acompañada por una fuerte campaña de concientización para que los conductores que han bebido no se suban al vehículo porque lo que uno quiere es que sacar de la conducción a toda persona que esté bajo los efectos del alcohol y que represente un riesgo para su vida, su acompañante o cualquier vecino de la ciudad”.
Tolerancia cero y narcolemia
También se refirió el funcionario a la posibilidad de implementar análisis de narcolemia a los conductores. Al respecto, Runín apuntó que desde el Municipio “estamos trabajando e investigando la posibilidad de generar la aplicación de los controles de narcolemia e incluso hay varios Municipios a lo largo del país que ya lo están haciendo” entre los que mencionó “Rosario; Santa Fe; Bahía Blanca; Neuquén para fijar estos controles en la vía pública que busca a concientizar y prevenir”.
Además señaló que en esta materia “se trabaja en conjunto con la ONG Luchemos por la Vida y para fines de setiembre estamos preparando una capacitación para profundizar este tema con esta ONG que se dedica a estos temas de educación vial”.
Sobre la posibilidad de que el proyecto logre un consenso rápido para ser tratado en la sesión ordinaria del corriente mes Duré recordó que la de este jueves “fue la primera reunión que tuvimos para analizar este tema y para la próxima esperamos la visita de los integrantes del Juzgado de Faltas que también tenían propuestas y aportes para hacer sobre este tema.
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