La titular del Ministerio Público Fiscal en la ciudad, Verónica Marchisio, logró impulsar el primer juicio y condena en Tierra del Fuego contra un sujeto acusado de aplicar «violencia de género» sobre una mujer.
Se trata de Roberto Flores, quien fue condenado la semana pasada. Sin embargo, y a pesar de la condena de 3 años de cumplimiento efectivo, Flores seguirá en libertad, debido a que le fue computado parte del tiempo que pasó en la Unidad de Detención.
«Estamos en condiciones de apelar ante el Superior Tribunal de Justicia, no es una condena firme», aclaró la Dra. Marchisio, quien a su vez explicó que la Fiscalía había solicitado una pena de 4 años para el violento.
Flores llegó a Tribunales acusado de lesiones leves y lesiones agravadas contra su pareja, a quien agredió con un tenedor y le intentó meter la cabeza en un horno encendido. La brutalidad del ataque logró que los jueces hicieran lugar al pedido de Marchisio y habilitaran el agravante de violencia de género.
El rol del Estado con las víctimas
«La víctima se levanta luego de la condena y tiene los mismos problemas: cómo mantener a sus hijos, la viivenda propia y la soledad por la dependencia afectiva», señaló la Fiscal, quien reflexionó sobre el rol del Estado con las víctimas: «Debemos trascender la actitud punitiva».
«La persona necesita empoderarse de aquellas herramientas que le permitan salir de ahí», y sostuvo que es el Gobierno quien debe darle dichos elementos a la víctima.
La polémica de la condena a Flores
A pesar de lo novedoso del juicio celebrado la semana pasada, Flores quedó en libertad. Al respecto, Marchisio admitió que «queda un sabor amargo» tras la condena, pero dejó en claro que «son las escalas que establece el Código Penal».
Sin embargo, la Fiscal sí destacó que la condena «haya sido mediante violencia de género», y saludó la actitud de los jueces provinciales que «dictan condenas en un porcentaje altísimo en cuanto a violencia de género», ejemplificando la labor del Dr. Bramatti.
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