Pasadas las 16 horas, el paseo que rinde homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas comenzó a llenarse de estudiantes de todos los establecimientos educativos de nuestra ciudad, que se apostaron a metros del mar con el objetivo de reunir fondos para sus respectivos viajes/cenas de egresados. Desde el sector sur de la ciudad, mientras tanto, llegaban cientos de vecinos con la intención de no perderse ni un minuto de la tradicional Misa, auspiciada por el padre Juan Carlos Bouzou. La vigilia del 2 de Abril empezaba a tomar forma.
En la semana previa se congregaron en la Carpa de la Dignidad, apostada por los propios ex combatientes del Centro de Veteranos de Guerra de nuestra ciudad, hombres, mujeres y niños de todas las edades, quienes además de instruirse a través de filmografía exhibida allí mismo, también podían apreciar las intervenciones artísticas de distintas escuelas de nuestra ciudad. Todo el trabajo realizado y la organización montada por las autoridades, llegaba a su punto culmine cerca de las 22 horas.
A esa hora, los miles de vecinos que ya se mostraban presentes en el lugar caminaron hasta la vera del mar, a metros de la carpa, donde el personal del Batallón de Infantería Marina 5 de nuestra ciudad realizó la ya clásica recreación del desembarco en Malvinas: «Operación Rosario».
Minutos más tarde, a través de la locución de Miguel Vázquez, los vecinos pudieron tener la posibilidad de comunicarse con miembros de las fuerzas armadas que se desempeñan en la Antártida, quienes enviaron un cordial y caluroso saludo a los presentes, además de oír poemas referentes a la te mática compuestos por artistas de todo el país.
A las 00:00 horas se escucharon las salvas, una por cada año transcurrido desde la gesta de Malvinas, para luego sí entonar las estrofas del Himno Nacional, la Marcha de Malvinas y Aurora, mientras las autoridades presentes izaban el pabellón.
El discurso de cierre del acto estuvo a cargo, como ocurre desde hace años, de un veterano de la guerra de Malvinas. En nombre de sus camaradas caídos y también en el de los allí presentes, hizo propio un pedido de la comunidad: que nadie se robe esta vigilia, que nadie olvide a quién pertenece.
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