La solidaridad entre los más chicos es corriente, casi una moneda común. Sin embargo, no deja de sorprender cómo los más pequeños suelen organizarse, a través de lo simple, para colaborar con aquellos que más lo necesitan.
Los alumnos del colegio técnico CPET son un excelente ejemplo: chicos de entre 12 y 15 años decidieron reunirse y organizar un «kiosco solidario» para colaborar económicamente con la familia de una pequeña que atraviesa una enfermedad y debe permanecer a esta hora internada en la ciudad de Buenos Aires.
Esta mañana, y en un sólo recreo, los pequeños lograron juntar más de mil pesos para su pequeña «colega», a través de la venta de panchos, sandwiches y pizzetas.
El director del establecimiento, Juan Carlos Gigliotti, dialogó con Radio Fueguina y se mostró emocionado por lo logrado por sus alumnos y por cómo lograron organizarse independientemente para lograr su cometido.
Comentarios