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Golpe de gracia: La quita de aranceles llegaría a la importación de teléfonos celulares

Lo revela hoy el diario El Cronista comercial. Aclaran que es “para un mediano o largo plazo”. Sería el golpe final para la crisis de las electrónicas fueguinas.

(El Cronista comercial) – El Gobierno formalizó el lunes a través del Decreto 117/2017 del Boletín Oficial la medida que establece, a partir del 1º de abril, la quita de aranceles para la importación de productos electrónicos, fijada en el 35%. La decisión exceptúa a los teléfonos celulares y smartphones, pero según averiguó El Cronista, en Casa Rosada evalúan extenderla a ese sector en el mediano plazo.

Fuentes oficiales dijeron a este medio que «todavía» no se cambiará ese punto, pero admitieron que una decisión en ese sentido, cuando se estudie, se aplicará de manera diferente a la que se tomó en el caso del resto de los productos tecnológicos. El proceso de implementación de una medida así será más extenso y se considerarán diferentes aspectos para evitar que la producción de industria nacional se desplome.

«No se pueden bajar a cero los aranceles a celulares porque tomando una decisión así se beneficiaría a Brasil», añadieron, en referencia a la fuerte producción de teléfonos que el país vecino desarrolla desde el Polo Industrial de Manaos y a que una resolución de esa índole podría traer aparejado una masiva importación de teléfonos desde allí, en perjuicio de los artefactos nacionales.

Si bien no trascendió un número de posible arancel futuro, en el sector especulan que puede ser entre 12% y 16%, y sostienen que, de ponerse en marcha, efectivamente Brasil podría convertirse en un jugador con más peso en el país.

 

Sin respiro

La decisión de quitar los aranceles generó mucha controversia, ya que derivó en alrededor de 3000 puestos de trabajo perdidos en el ámbito local al 31 de enero. Sin embargo, al tiempo que reconoció que se debe resolver la situación de empleo, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, destacó a principios de febrero que los precios de las computadoras bajaron un 36% en los últimos meses, a raíz de las medidas que tomó.

En Madrid, donde mantuvo ayer por la tarde un encuentro con el ministro de Economía español Luis de Guindos, Cabrera dialogó con periodistas y sostuvo: «Este Gobierno bajó impuestos como ningún otro. Se dice que se quitaron las retenciones al campo, pero también las de toda la industria en un 5%». Además, dijo que «se aprobó una ley de pymes que permitió una menor presión tributaria, mayor cantidad de créditos, incentivos fiscales a la inversión» y añadió que se eliminó el «Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta» y se difirió «el pago de IVA a 90 días para micro y pequeñas empresas».

 

El modelo español

En referencia a las pymes, Cabrera explicó que uno de los temas que tratará con funcionarios ibéricos en el marco de la visita oficial del presidente Mauricio Macri será cómo trasladar hacia la Argentina experiencias exitosas de España en ese sentido.

Y adelantó que en el corto plazo «estaremos promoviendo un programa de digitalización de pymes que las beneficiará mucho».

Mientras ayer el Gobierno, a través de diversos funcionarios, insistió en la defensa de la eliminación de aranceles a la importación de productos informáticos, su impacto en el empleo en la actividad continúo profundizándose. En esa línea, el presidente de la firma Bangho, Carlos Suaya, informó que la empresa despedirá en los próximos días a más de la mitad de los 800 empleados que tiene en el sector informático por el efecto de la medida oficial.

El empresario advirtió también que la decisión también afectará indirectamente a otros sectores como el del packaging, ya que –según indicó– Bangho «generaba una demanda local de entre 300 y 400 mil cajas, que ahora van a venir de afuera».

Según los últimos datos de la Cámara de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca), que nuclea a las empresas del sector, hasta fines de enero la industria registraba más de 3000 puestos de trabajo perdidos, de los cuales una gran parte corresponde a empleados de «pymes artesanas de la computación». Estiman que en los próximos meses podrían perderse otros 5.000 empleos en la actividad.

 

(Fuente: El Cronista comercial)

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