La Sanmartiniana, el velero perteneciente a una organización kirchnerista que naufragó y terminó en las Malvinas, ya está de vuelta en el continente. Lastimado y con el casco lleno de óxido por los largos 13 meses que se pasó amarrada en Puerto Argentino, pero a flote y con las velas izadas, el velero ingresó a la ría de Puerto Deseado luego de siete días navegando los duros mares del Atlántico sur. Había zarpado a las 10 AM del domingo anterior, el 27 de noviembre, de Puerto Argentino luego de intensas gestiones para ponerlo a punto y negociar con el gobierno isleño su rescate.
«Parecía una ballena alegre», contó Héctor Casenave, uno de los seis tripulantes que lo navegaron hasta Puerto Deseado. Botado en 1982 como barco escuela del Club Náutico San Isidro, La Sanmartiniana es un velero de acero duro, pesado y estable, «una ballena».
La Fundación Interactiva para promover la Cultura del Agua (Fipca), una organización militante kirchnerista, lo compró alrededor de 2010 por un suma cercana a los 100.000 dólares a la cotización oficial. La idea era navegarlo para concientizar sobre los intereses marítimos argentinos y propagar el ideario de la izquierda peronista.


El 15 de septiembre del año pasado se toparon con una tormenta mientras estaban en las inmediaciones de Isla de los Estados y fueron rescatados por un buque pesquero. Abandonaron el velero y las esperanzas de recuperarlo eran mínimas, pero apareció en las cercanías de Malvinas y un buque del gobierno isleño lo llevó hasta un muelle en Puerto Argentino, donde permaneció hasta su regreso al continente.La Asamblea Legislativa de Malvinas decidió no cobrarle el rescate a Fipca, que solo tuvo que pagar el costo de la amarra por el tiempo que el barco estuvo en las islas.
Además de Casenave, la tripulación estuvo integrada por capitán Heraldo Wettstein, Enrique Estevez, Manuel Benzi, Carlos Bertola y José Bjerring. El estado del barco los obligó a hacer una navegación conservadora, en especial teniendo en cuenta los fuertes vientos que suele haber en la zona.
Apenas salieron del puerto se enfrentaron a un fuerte temporal que duró dos días. Hicieron todo el trayecto a vela porque el motor nunca arrancó. Casenave recuerda con emoción la salida a vela de Puerto Argentino, una maniobra muy compleja. «Me pasé semanas soñando esa salida y en tres bordes (trayectos a vela) la pegamos», dice.
La Sanmartiniana se quedará ahora en Puerto Deseado para hacerle un service a fondo. Las autoridades de Fipca quieren que pronto navegue de nuevo los mares y ríos argentinos.
Fuente: La Nación
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