Donald Trump trató de «dictador brutal» al fallecido líder cubano Fidel Castro y aseguró que hará «todo» para que loscubanos comiencen un camino hacia «la prosperidad y la libertad».
En inglés, su mensaje inicial en la red Twitter fue indicar que Castro había muerto.
Un par de horas más tarde, el presidente electo hizo gala de su estilo arrollador. Y dejó claro que no se moverá con mucha diplomacia ni delicadeza en torno a un dilema que desde su triunfo, se instaló con fuerza: qué suerte correrá de ahora en más el «deshielo» iniciado entre Estados Unidos y la isla.
El insulto de Trump a Fidel Castro
«Hoy el mundo es testigo del deceso de un dictador brutal que oprimió a su propio pueblo por casi seis décadas», expresó el mandatario electo en una nota oficial, donde añadió que «las tragedias, muertes y dolor provocados por Fidel Castro no pueden ser borrados». A la incertidumbre que el triunfo de Trump le dio al proceso de acercamiento iniciado por Barack Obama y Raúl Castro, ahora se suma la muerte del líder de la revolución cubana.
Hay pocas certezas sobre cómo continuará. Pero Trump, por lo pronto, empezó a dar señales contundentes. Los cubanos anticastristas de Miami también: ya antes de las declaraciones del magnate, muchos de los que salieron a festejar exhibían pancartas y fotos del futuro presidente.
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