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El homenaje de Carabajal a Mama Antula en ((La 97))

El famoso cantautor le dedicó una zamba a María Antonia de Paz y Figueroa, recientemente beatificada a pedido del papa Francisco.

María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, se convirtió hoy en la novena persona de nacionalidad argentina en ser beatificada. Esto ocurrió entre casi medio centenar de causas para canonizar a religiosos y laicos que dieron testimonio de su fe o murieron por su fidelidad al Evangelio.

La proclamación de beata de la laica consagrada santiagueña fue impulsada por el papaFrancisco, quien el 16 de octubre en el Vaticano también proclamará santo al Cura Brochero, el primer argentino en alcanzar ese honor de los altares. Unas 50.000 personas participaron de este día histórico para Santiago del Estero.

El homenaje de Juan Carlos Carabajal en ((La 97))

Juan Carlos Carabajal pone en duda eso de que “el que mucho abarca poco aprieta”. Folclorista, compositor, docente e incluso periodista, el músico santiagueño es el creador de decenas de canciones que se han transformado en verdaderos himnos y no pueden faltar en ninguna peña.

Hace años, creó una zamba para recordar a la recientemente beatificada Mama Antula y comentó su experiencia en Radio Fueguina. (ESCUCHAR AUDIO)

Letra de la canción:

En su andar por los ranchos de los pobres

entregaba a la gente su bondad

María Antonia de Paz y Figueroa

el pueblo santiagueño jamás te olvidará.

Con sotana negra los caminos

sin cansancio te vieron trajinar

con el rostro de Jesús como una guía

quisiera de tu mano por siempre caminar.

Estribillo

Mama Antula, mama Antula

alcanza para todos tu noble corazón

Mama Antula, querida Mama Antula

el pueblo que te quiere te brinda su oración.

Mama Antula, querida Mama Antula

el pueblo que te quiere te canta su canción.

Sin fatiga su andar de peregrina

predicando por Jujuy y Tucumán

donde llega las gentes la reciben

compartiendo la mesa con el sabor del pan.

Enseñando los santos evangelios

con su amigo Jesucristo donde va

es presencia de Dios para las almas

y el pueblo se conmueve cuando la ve pasar.

 

Letra y música: Juan Carlos Carabajal

Santiago del Estero, 4 de abril de 2016.-

 

Vida y obra de Mama Antula

La Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama Antula”  nació en 1730 en Santiago del Estero, Argentina. Desciende de una ilustre familia de conquistadores y gobernantes. Su niñez la pasa en el campo, en la hacienda paterna en contacto con los pueblos originarios. A los 15 años decide consagrase a Dios y toma el nombre de Maria Antonia de San José. Algunos santiagueños lamentan la decisión ya que ella era muy bonita, de facciones finas y grandes ojos azules. En aquella época no existían religiosas activas fuera del convento de clausura, con lo cual ella decide vestir una túnica negra y vivir junto a otras mujeres la vida activa, se las llamaban “beatas” (lo que sería ahora laicas consagradas).

Guiadas por un sacerdote jesuita, el Padre Gaspar Juárez, se dedicaban a ayudar a los sacerdotes, instruir a los niños, cosían, bordaban, cuidaban enfermos y repartían limosnas. En 1767 Carlos III decide expulsar a los Jesuitas de América. María Antonia cuenta con 37 años cuando sucede esto, y quiere reinstaurar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Esto no fue bien visto por la sociedad, el medio era hostil, pero ella sigue con su idea de organizar esta práctica piadosa. Los participantes vivían en un lugar cerrado durante varios días escuchando charlas a fin de que reflexionen sobre su vida y apliquen lo que les es un bien para su alma.

Comienza María Antonia invitando uno a uno a estos retiros desde 1768 a 1770. Lo hace caminando descalza por las tierras de Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Salavina, Soconcho, Atamasqui, etc. Luego decide salir a otras provincias y se va caminando a Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán. El Obispo de Tucumán le da la licencia y así comienzan a aceptarse nuevamente esta práctica religiosa. Los frutos de los Ejercicios se conocen por el bien que le hace al pueblo y sus cambios en la vida diaria. Los Ejercicios duraban 10 días y se hacían todo el año. Convivían las Damas con sus siervas y en tandas separadas los hombres con sus ayudantes de campo.

Luego del éxito y buenos frutos de estos retiros, decide ir a Buenos Aires. En ese momento era considerado una locura ya que debían caminar 1400 kilómetros a pie. Los peligros son múltiples ya que las zonas eran habitadas por animales salvajes: jaguares, chanchos del monte y ladrones que atacaban a los viajeros. Una de sus frases que guían sus pasos era “la paciencia es buena pero más la perseverancia”, y lo aplica en su máxima expresión.

Cuando llega a Buenos Aires en Septiembre 1779 va a visitar al Virrey y al Obispo durante un año para que le otorguen la licencia. El Virrey Vertiz tenía una antipatía visceral por todo lo que era jesuítico, le niega la autorización. En 1780 comienzan los retiros en Buenos Aires con un éxito increíble. Es allí cuando el Obispo cambia su parecer y apoya esta obra, por los frutos que dan en sus fieles. Llegaron a ver tandas de 200 personas y la Providencia fue muy generosa en asistir a todas las necesidades de los practicantes.

La comida que sobraba se repartia a los presos y a los mendigos que concurrían a la Casa. Ella escribe: “Veo que la Divina Providencia me socorre indefectiblemente para su continuación y que cada día más experimenta el publico el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios se han acercado más de 15.000 personas.”

Luego sus ansias de “quisiera andar hasta donde Dios no fuese conocido” la lleva a Uruguay, Colonia y Montevideo, donde está tres años. Retorna a Buenos Aires y comienza la edificación de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, en Av. Independencia 1190, Capital Federal, Argentina. Ella va tocando puerta por puerta, hasta el Virrey acepta su obra . Ella dice “la obra era de Dios y para Dios” y es así como se edifica esta magnífica Casa.
Su obra es conocida en Francia, en el monasterio de Saint-Denis de Paris donde la priora del Carmelo era tía del rey Luis XVI. Sus cartas eran traducidas en varios idiomas: latín, francés, inglés, alemán y ruso. Estas cartas se envían a distintos países entre ellos Rusia. La fuerza testimonial que emana de sus cartas son modelos para los conventos por la fuerza que transmite. Se escribe un trabajo sobre ella llamado “el estandarte de la mujer fuerte” que se edita en 1791.

María Antonia realiza muchos hechos pródigos entre ellos cuando faltaba alimentos para sus practicantes la comida se reproducía de la olla o el pan se transformaba en fruta, o cuando faltaba grasa para preparar la comida, pasaba un donante por la puerta dejando justo lo que se necesitaba ese día.

El 7 de Marzo de 1799 muere a los 69 años. Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad en la calle Bartolomé Mitre 1524, Capital Federal, Argentina. El 12 de Julio de 1799 se le rinde homenaje en la Basílica de Santo Domingo. Cuando muere se calcula que unas 70.000 a 80.000 personas se habían beneficiado de los retiros espirituales.

Fuente: http://www.mamaantula.org/ESPANOL.html

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