El arribo de visitantes de Río Grande y también de algunos contingentes nacionales y extranjeros, terminaron de redondear tres días de respiro para los operadores y las autoridades locales, en el contexto de un año donde las dificultades son moneda corriente.
“En Tierra del Fuego, un fin de semana largo no tiene la misma incidencia que en otros lugares del país, donde las distancias son más cortas y la gente se anima a viajar, pero la ayuda del turismo interno y otros factores nos llevó a una ocupación hotelera más que interesante”, reconoció el presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Marcelo Lietti.
Sin embargo, también explicó que, “tradicionalmente, julio es un mes muy fuerte” para los fueguinos, con índices de ocupación promedio del 90 o 92%, mientras que este año apenas se alcanzó el 60%, con excepción de estos tres días por el feriado largo”, indicó.
Las razones de esta merma en la llegada de visitantes son múltiples y similares a las de otros destinos: la crisis brasileña que redujo el flujo turístico desde ese país, la retracción de la propia economía argentina y el crecimiento incesante del turismo emisivo hacia otros destinos del mundo, son los argumentos que más esgrimen los operadores fueguinos.
Caída del turismo brasileño
“Si bien repuntó un poco en los últimos días, la disminución de visitantes brasileños alcanza el 38% en Ushuaia, con una incidencia mayor que en el promedio del país, en que la reducción está estimada en un 26%”, precisó Lietti.
Con todos estos factores, y sumada, además, la falta de nieve, los principales complejos hoteleros de la zona ya evalúan que la ocupación promedio para la temporada invernal se reducirá un 10 % respecto de 2015.
“Nos preparamos para un nivel de reservas de entre el 50 y el 60 %. Y para un público que resolverá los viajes a último momento, en función de una serie de variables, incluidas las condiciones climáticas”, señaló el presidente de la Federación Hotelera y Gastronómica de Ushuaia, José Recchia.
Expectativas
Según mencionó, esas perspectivas podrían mejorar para agosto y septiembre, cuando empiecen a llegar a la capital fueguina las delegaciones de los equipos olímpicos europeos de esquí, que utilizan el complejo Cerro Castor para entrenar en contratemporada.
“En ese momento podemos llegar a un nivel de ocupación del 65% en agosto y del 75% en septiembre, aunque con un índice de rentabilidad menor al año pasado, porque a pesar del aumento del dólar, el efecto inflacionario y las tarifas han neutralizado las ganancias”, opinó Recchia.
Con todo, los operadores miran al cielo porque de allí podría caer la nieve que necesitan para el repunte definitivo de la temporada, ya promediando el mes de julio.
Fuente: Télam
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