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Por amplia mayoría aprueban en Diputados el proyecto de ley de autopartes

La iniciativa, consensuada entre los bloques, los gremios y el Gobierno nacional, obtuvo 197 votos a favor. Estiman que generará cinco mil puestos de trabajo directo por cada punto de incremento en la integración de autopartes nacionales.

Con una multitudinaria movilización de SMATA como marco, la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado este jueves, por amplia mayoría, el proyecto de ley que promueve la actividad del sector de autopartes en nuestro país.

La iniciativa, impulsada por el jefe del bloque Justicialista Oscar Romero, obtuvo 197 votos a favor, y fue producto del acuerdo entre el Gobierno nacional, los sindicatos y legisladores de todos los bloques, a excepción de los cuatro representantes del Frente de Izquierda, que votaron en contra.

El proyecto busca otorgar rebajas impositivas a las terminales automotrices que incorporen autopartes fabricadas en el país, reactivar el sector autopartista, generar empleo y lograr un mayor nivel de integración nacional de los vehículos.

Al abrir la discusión, Romero sostuvo que la iniciativa “favorece el trabajo y la industria nacional”, y pronosticó que generará “cinco mil puestos de trabajo directo”.

En ese sentido, señaló que su propuesta “tiene como objetivo fundamental el desarrollo y la sustentabilidad del sector autopartista, un sector que genera mucho empleo y tiene la capacidad de generar aún más”.

Romero precisó que “hoy tenemos un nivel de integración de autopartes del 20%, cuando en las mejores épocas llegábamos a tener el 90% de integración nacional”.

Por eso, informó que la futura ley busca llevar ese piso del 20% al 30%, y “por cada punto que podamos subir son cinco mil puesto de trabajo directo y otros cinco mil de trabajo indirecto”.

El legislador aprovechó para cuestionar al exministro de Economía Axel Kicillof por “haber trabado la ley durante tres años” y dijo que “no hay que vestirse de negro y usar patilla para ser gorila”, al visualizar las bancas vacías del kirchnerismo cuando empezaba a exponer.

Juliana Di Tullio (FpV), quien presidió el entonces bloque mayoritario, recogió el guante y recordó que los proyectos recaían en la Comisión de Industria, cuyo titular era un radical, Mario Barletta.

El referente de la UOM Zárate-Campana Abel Furlán adelantó el apoyo del Frente para la Victoria al proyecto de ley de autopartes, pero consideró que “el problema central es la política económica” del gobierno de Mauricio Macri.

“Este Parlamento necesita discutir un proyecto de esta naturaleza, pero el proyecto por sí solo no va a resolver todos los problemas de la industria automotriz”, advirtió Furlán.

El legislador sostuvo que “si la política económica va a seguir siendo la que ha iniciado esta gestión, seguramente la ley no va a conseguir los resultados que esperan los trabajadores de SMATA y los metalúrgicos”.

“Si lo que producimos no va a estar al alcance de la clase media, seguramente muy pocos van a querer producir, porque no va a haber mercado”, analizó, y recordó que en la última década, a diferencia de la gestión macrista, “se fortaleció el consumo”.

El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Luciano Laspina (Pro) ponderó el respaldo del presidente Mauricio Macri y aprovechó para negar que el Congreso sólo trate los proyectos que envía el Poder Ejecutivo.

“Esta es una muestra de que cuando los proyecto son bien intencionados, llegan al recinto aún cuando sean producto de la oposición”, puntualizó.

En la misma línea se expresó Graciela Camaño, jefa del bloque del Frente Renovador. “Estamos resignificando el valor del Congreso y esto es muy importancia para la democracia”, porque “estamos votando un proyecto de un diputado que busca que se cuide y promueva el trabajo”, celebró.

Para Camaño, “lo interesante del proyecto es que ponemos en competencia a las autopartes para el mercado interno y para buscar el mercado externo”.

El consenso no fue total, dado que el propio Partido Obrero rechazó la propuesta en la voz de Néstor Pitrola, quien alertó que “no es una ley de trabajadores, sino de empresarios”.

“Los contribuyentes financiarán premios a las multinacionales automotrices, que a su vez financiarán a las multinacionales autopartistas sin ninguna garantía de detener la ola de despidos y suspensiones”, aseveró el diputado.

También desde la izquierda, Myriam Bregman (PTS) evaluó que “esta ley no modifica la situación de una industria fuertemente extranjerizada, y no dice una palabra de las normas flexibilizadoras que rigen” en la materia.

El proyecto propone otorgar un reintegro (mediante un bono electrónico de crédito fiscal para el pago de impuestos nacionales) a la compra de autopartes nacionales a las terminales automotrices y autopartistas, cuando éstas alcancen un nivel mínimo de integración local y los vehículos a los que están destinadas sean de producción exclusiva en el Mercosur.

El reintegro a las automotrices irá del 4% hasta el 15%, dependiendo del nivel de integración nacional. Además, las terminales deberán cumplir con el Contenido Mínimo Nacional en sus productos, que será del 30% para automóviles y utilitarios, 25% para vehículos comerciales livianos, camiones y ómnibus, y 15% para motores.

El texto establece también que se podrán financiar las inversiones de los autopartistas mediante adelantos realizados por el Estado o la posibilidad de que los autopartistas sistemistas gocen de los mismos beneficios que las terminales cuando realicen inversiones en nuevas autopartes.

 

Acceda al proyecto de Ley de Autopartes

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