Puso las manos en el fuego por los docentes y sostuvo en Radio Fueguina que confiaba “en que los docentes van a acudir a las aulas a dar clase”. Corría el 1 de marzo y al otro día los maestros debían estar frente a los salones. 70 días después, hay 3.600 niños que aún no conocen su propia escuela.
Pero en su breve paso como Ministro, ha dejado más de un título que quedó en la nada.
“Las clases comenzarán el 2 de marzo” se había esperanzado el pasado 17 de febrero cuando disfrutaba de las mieles del comienzo de gestión.
“El Gobierno le dará toda la prioridad al Jardín Nº6”, dijo el 1 de enero, luego de que un incendio intencional devorara gran parte del establecimiento educativo. Meses más tarde, las autoridades y el partido político FORJA realizan actividades solidarias para amoblarlo.
“La paritaria docente comenzará el martes”, había indicado el 17 de febrero. El SUTEF y el Gobierno recién lograrían un acercamiento a principios de mayo.
Luego llegaría su “compromiso” de medidas concretas (18/04) y las amenazas de utilizar “docentes auxiliares” 19/04) para suplir a aquellos que adhieren a diario a los paros decretados por el SUTEF.
70 días más tarde, el ministro de Educación Diego Romero envió un comunicado en el que se promete «garantizar todas las oportunidades posibles a los estudiantes de la Provincia a concurrir a las escuelas para su óptima formación». Más de 3.600 chicos esperan que esta vez cumpla.
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