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Pereyra se postula para suceder a Moyano en la CGT

El líder de los petroleros dijo que «tiene aspiraciones», aunque afirmó que sería una pena la salida del camionero. En la actualidad es Secretario adjunto de la Confederación General del Trabajo.

“Tengo aspiraciones, todos los dirigentes las tenemos”, reconoció Pereyra. “Sería una pena la decisión de Hugo (Moyano) de dejar la CGT. Es el único dirigente que está en condiciones de conducir una CGT unificada, no es fácil. Distintos intereses, hasta políticos diría yo, hay en las tres centrales, y él es la única persona que puede concentrar y dirigir esos intereses para armonizarlos. Así que, yo estoy apostando a la unidad, después surgirá quién va a ser el que tiene que conducir la CGT”, aclaró después bajando el tono de sus declaraciones. Héctor Daer (Sanidad) y Juan Carlos Schmid (Dragado) son los que más suenan hasta ahora para reem

Pereyra es el hombre de mayor peso gremial en la Cuenca Neuquina y un referente histórico del Movimiento Popular Neuquino (MPN). Aunque perdió en su partido la interna por la gobernación a manos del actual mandatario, Omar Gutiérrez, el gremialista ganó una banca en el Senado con más de 100 mil votos. En el primer tramo de la campaña presidencial se puso al lado del diputado Sergio Massa pero cuando tuvo que decidirse entre Daniel Scioli y Mauricio Macri apostó por este último. Alguna vez Massa lo calificó como un “viejo zorro de la política”, “Estoy apostando a la unidad, y creo que Hugo Moyano es el único dirigente que está en condiciones de conducir a las tres centrales obreras que existen”, insistió Pereyra.

“Las principales tareas que afronta la CGT en estos momentos es ver cuál es la CGT que nosotros queremos. ¿Queremos una CGT adicta a los gobiernos de turno, o una CGT que defienda a los trabajadores?”, remató.

Paradójicamente, en octubre del 2015 Pereyra anunció que se iba a retirar de la conducción de su gremio, en algún momento de este año, para dejarle espacio a las nuevas generaciones. Pero ahora, el dirigente demuestra que su apetito por continuar en la cúspide del poder sindical se mantiene intacto.

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