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Dilma Rousseff es apartada de la presidencia de Brasil

Fue suspendida por 180 días hasta que se defina el proceso de impeachment. Queda al frente del Ejecutivo el vicepresidente Michel Temer.

Dilma Rousseff fue apartada este jueves del gobierno de Brasil, al final de una sesión histórica que puso fin a más de 13 años del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en el poder.

Rousseff, la exguerrillera izquierdista de 68 años que en 2011 se convirtió en la primera presidenta de Brasil, será reemplazada por su vicepresidente Michel Temer, de 75, mientras es sometida a un juicio político.

Al final de una maratónica sesión que duró casi 22 horas, 55 senadores se pronunciaron en favor de juzgar a la mandataria y apartarla del poder por hasta 180 días. Un total de 22 votaron contra.

Rousseff es acusada de «crimen de responsabilidad» por encubrir déficit presupuestarios y engrosar las arcas con préstamos de bancos estatales durante su campaña a la reelección de 2014.

La mandataria asegura no obstante que es víctima de un «golpe moderno» liderado por el «traidor» Temer, que durante cinco años fue su aliado en el gobierno y desde hace un par de meses se ha convertido en su archienemigo.

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«Remedio amargo pero necesario»

Se va del cargo con apenas un 10% de popularidad, en medio de una grave recesión económica y un escándalo de corrupción que ha manchado a buena parte de la élite del poder en Brasilia. Y se quedará sin inaugurar los Juegos Olímpicos que se celebran en agosto en Rio de Janeiro.

«El impeachment es un remedio amargo, pero necesario» frente a la baja popularidad de Rousseff, el aumento del desempleo y la caída de la producción, dijo durante la sesión el senador opositor José Serra (PSDB), posible canciller del nuevo gobierno de Temer.

«Se está cometiendo una injusticia histórica. Se está condenando a una inocente», denunció el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, al defender a Rousseff ante el Senado

«Si [el golpe es] consumado, se romperá el orden constitucional», alertó.

La destitución definitiva de Rousseff requiere de dos tercios de los votos del Senado (54 del total de 81 miembros).Uno menos que los registrados este jueves, lo cual torna poco probable su retorno al poder.

Muchos cuestionan el proceso de impeachment porque una mayoría de diputados y senadores del Congreso han sido condenados o están acusados de haber cometido delitos en algún momento.

«Esto es una farsa, corruptos tratando de juzgar a corruptos. No va a solucionar nada para Brasil», afirmó en Sao Paulo un ciudadano que solo quiso dar su primer nombre, Joao Sebastiao.

 

Brasilia, AFP-NA.

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