Cinco jóvenes murieron hoy durante una fiesta electrónica conocida como Time Warp, realizada en el complejo Costa Salguero de esta Capital Federal. Según informó el titular del SAME, Alberto Crescenti, las personas fallecidas tenían entre 21 y 30 años y habrían ingerido algún tipo de sustancia, aunque esto será corroborado una vez realizadas las autopsias.
Otros cinco jóvenes se encuentran internados, tres de ellos en el Hospital Fernández, uno en el Argerich y otro en el Rivadavia, todos en estado inconsciente. Presentan un cuadro de intoxicación aguda. «Están en gravísimo estado, con asistencia respiratoria mecánica», indicó Crescenti en diálogo con el canal Crónica.
Además, manifestó que las personas afectadas, que habrían consumido drogas en exceso, presentan alrededor de «42 grados de temperatura».
Según Crescenti, «todo el equipo del departamento de urgencia del Fernández trabaja para tratar de sacar del cuadro» a los heridos, dos hombres y una mujer. Y agregó que la intoxicación que sufrieron deriva en «patologías graves, porque empieza a elevar la temperatura corporal, son pacientes con 42 grados de térmicas y arritmias cardíacas».
Cerca de las 8 de la mañana, unas siete ambulancias llegaron al lugar, ubicado en la avenida Rafael
Obligado 1221, en la costanera norte de la ciudad. para asistir a los intoxicados. Según se informó, al llegar la asistencia médica dos de las personas fallecidas se encontraban en el interior del predio. El lugar ya fue desalojado, aunque esta mañana permanecían trabajando personal de Gendarmería Nacional y peritos.
Infobae pudo saber que los tres pabellones dispuestos por los organizadores no daban abasto para albergar a la cantidad de asistentes, algunos de los cuales señalaron que «no se podía respirar». En el lugar habían sido emplazados baños químicos y «puestos de hidratación» gratuitos.
La fiesta Time Warp es uno de los eventos más importantes de este género, donde predomina la música en combinación con la ambientación e iluminación. Las entradas tenían un valor promedio de 600 pesos, y contaba con un sistema de ambulancias privadas, aunque los organizadores debieron recurrir al SAME, que envió sus propias unidades.
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