Ni el Facebook, ni el twitter, tampoco el Whatsapp. Parece que ninguna de estas redes sociales, que revolucionaron la manera de comunicarnos, sirven para garantizar que la información de las escuelas le llegue a los padres.
Ni siquiera las radios y los medios de comunicación tradicionales son utilizados por el Ministerio de Educación para informar cuál establecimiento educativo tendrá clases o qué curso no dictará contenidos ante la adhesión de determinado docente al paro.
El ejemplo lo pone la Escuela Nº7, pero es sólo un botón de muestra. Una manera de graficar la frustración que sienten los padres cuando, a diario, concurren a llevar a sus hijos a estudiar, a formarse, a aprender y aprehender, y retornan abrazados a su hogar, confiados en que mañana su salón sí va a estar en la lista.
Foto: Ariel Montenegro
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