Finalmente se conoció el fallo de la Cámara de Apelaciones que resolvió intimar a que, de manera inmediata, el Gobierno realice todas las adecuaciones en favor del alumno Lautaro Crespo, el joven con discapacidad que asiste a esa Escuela Secundaria del Corazón de la isla.
Ahora sólo resta que se aplique la sentencia y que el Ministerio de Educación cumpla con las adecuaciones solicitadas.
La información indica que la Cámara de Apelaciones resolvió rechazar la presentación realizada por el Ministerio de Educación en base a la sentencia dictada por la jueza en lo Civil, Silvia Herráez, por la cual condenó a la ministra de Educación de la Provincia a adecuar, en el término de treinta días, el sistema de educación del establecimiento escolar Ramón Trejo Noel (Tolhuin), en cuanto a los requerimientos de “ajustes razonables”, acordes a las destrezas de un alumno que padece síndrome de Down.
El abogado de la familia del joven, Gustavo García Casanovas, recordó que “se produjo el dictado de la sentencia en primera instancia haciendo lugar a todo nuestro reclamo», lo que fue apelado por Gobierno en julio.
Entre otras cosas, el defensor recalcó que por este inconveniente «Lautaro durante el presente año ha asistido a clases pero, lo que no ha habido, desde la escuela, es un dispositivo eficiente que le haya permitido adquirir los conocimientos que el tiene capacidad para adquirir».
Dijo además que «no se han hecho las adaptaciones curriculares que pidió la jueza Federal Lilian Herráez en primera instancia» y exlicó que el nene tiene que tener un acompañante. «Vamos a discutir, con el Ministerio de Educación, la capacitación que la persona designada tiene, ya que, por la carencia de profesionales en Tolhuin, los cargos muchas veces se cubren con personas que podrían no estar alcanzando niveles de conocimiento y titulación que en otras escuelas si hay”, aseguró el letrado.
Cabe destacar que, entre otras, Lautaro, a diferencia del común de la gente, tiene la lengua muy grande por lo que no puede autodictarse. Según Casanovas, «lo que hay que hacer con él es que no copie del pizarrón porque no se puede autodictar lo que lee» pero hay algunos que «no entienden que no lo hace por esa dificultad que tiene».
Lamentablemente, a la fecha, no se ha logrado que algún profesor lleve fotocopias impresas con lo que se va a escribir en el pizarrón. «Esas muestras de mala fe, lo único que logran es atrasarlo y, como la escuela piensa que esta presentación judicial es un round de boxeo, están pensando cómo se le gana a la familia, cuando en realidad al que se le genera un gran daño es al joven».
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