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Dramático pedido de eutanasia en Bariloche

Guillermo Vélez tiene 64 años y presentó un amparo porque quiere terminar con su sufrimiento. No tiene pensión, ni vivienda, ni posibilidades de una vida digna.

Tiene 64 años y presentó un amparo porque quiere terminar con su sufrimiento. No tiene pensión, ni vivienda, ni posibilidades de una vida digna. Este es el caso de Guillermo Vélez, quien ante su crítico estado de salud pidió a la justicia se le otorgue la eutanasia.

Es un paciente diabético, insulino dependiente, con problemas cardíacos y una retinopatía diabética progresiva.

Sin previsión social ni pensión alguna, sin vivienda y sin posibilidades de una vida digna es que solicito se me otorgue el beneficio de la eutanasia, ya que tampoco puedo soportar el sufrimiento psicológico y moral de esta vida que no es digna de un ser humano», señaló el hombre que hoy vive en una casilla en Bariloche que no tiene gas, luz, ni agua, al diario Río Negro.

La acción fue interpuesta por Beatriz Oyarzún, expareja de Guillermo, quien no concurrió personalmente «por su condición actual de salud»; esperó en el interior de un vehículo estacionado en el ACA, a metros de Tribunales, mientras Oyarzún presentaba la acción de amparo.

El pedido lo formula –dice– «en razón de los horribles dolores que sufro actualmente por mi enfermedad y por mi actual situación de exclusión social, llevando muchos meses sin salario ni recurso alguno que me permita mantenerme dignamente», sostiene en el escrito.

Estoy pidiendo la eutanasia porque no quiero vivir así, no tanto por las cosas materiales sino porque mi dignidad está destruida», explicó. «Soy católico y no me puedo suicidar», aclaró. «No puedo caminar, no puedo trabajar y no quiero vivir de la caridad», resumió Guillermo.

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