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Fin del contrato de la Estación China en la Patagonia

La empresa Esuco, a cargo de la construcción de la Estación Espacial China en Neuquén, abandonaría el proyecto por decisión de la agencia contratista china CHEC, responsable de las operaciones en la Argentina.

El próximo miércoles la empresa Esuco, a cargo de la construcción de la Estación Espacial China en Neuquén, abandonaría el proyecto por decisión de la agencia contratista china CHEC, responsable de las operaciones en la Argentina. Según trascendió, los funcionarios chinos estarían muy desconformes con la actuación de la compañía de Carlos Wagner, un empresario con fuertes vínculos en el gobierno de Cristina Fernández.

Rodolfo Laffitte, secretario de Gestión Pública de la provincia, reconoció que Esuco lleva siete meses de retraso, según el programa original y el avance de la obra es de apenas un 40%.

Los chinos se habrían decepcionado rápido con Esuco. Ya en el comienzo de los trabajos, en octubre de 2013, notaron demoras y desprolijidades por lo que, a medida que pasaban los meses, le fueron quitando protagonismo a la empresa de Wagner. La agencia les habría anunciado a principios de año que, a partir de julio, sólo quedaría bajo su responsabilidad el 17% de los trabajos. Los orientales estarían convencidos de que no llegarán a tenerla terminada en 2016. Esuco a su vez reclama que la agencia china le debe $ 80 millones, según le informó a los trabajadores Horacio Campanella, apoderado de la empresa.

En los últimos dos meses, la constructora despidió a 93 operarios: 43 de ellos en mayo y los otros 50, obreros especializados, hace dos semanas. En el gobierno de Neuquén salieron a justificar la demora argumentando que los chinos cambiaron los planos y afectaron el ritmo de construcción. La obra incluye la Estación Espacial y cuatro edificios con una inversión de US$ 300 millones.

“Esuco va a terminar la base y el edificio de energía, y los otros dos edificios los va a contratar otra empresa que están buscando en la región”, aseguró Laffitte. “Lo que interesa es mantener los puestos de trabajo, sea con Esuco u otra empresa”, indicó a la prensa Ernesto Seguel, subsecretario de Trabajo.
Cuando Esuco inició la operación tenía contratados a 250 empleados. Hoy quedan unos 150 y muy pocos especializados, claves para el avance del complejo. Según le indicó a Clarín Aldo Espinoza, de la Comisión Interna, los despidos se deben a un vaciamiento que viene realizando Esuco desde hace meses.

Los trabajadores han denunciado jornadas laborales de 15 horas, falta de equipos y comida en mal estado, por la cual 20 de ellos fueron internados. En los últimos días se observaron problemas en el mantenimiento general del campamento. “Ya no cuidan, hay dos baños para 100 personas, cables de electricidad pelados que hacen chispas y están expuestos, hace unos días dos obreros estuvieron a punto de morir electrocutados”, cuenta. Ayer los operarios despedidos se movilizaron en Zapala y en Las Lajas.

Aunque la subsecretaría del Trabajo de Neuquén dictó la conciliación obligatoria ninguno de los cesanteados pudo regresar a sus labores. Clarín intentó comunicarse con Esuco, pero en la empresa no quisieron hablar.

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