El acto central en conmemoración a los Caídos en Malvinas no estuvo a salvo del fervor militante, reservado para otras ocasiones.
A la insólita decisión de organizar en Ushuaia dos actos (no quedó claro cual tenía el carácter de principal) se sumaron expresiones de sectarismo político que no pasaron desapercibidas y que tiñeron de color partidario una conmemoración históricamente libre de parcialismos.
La presencia de la Presidenta de la Nación en sólo uno de los actos y la ausencia en la ocasión de nada menos que el Intendente de Ushuaia, dejaban ver claramente que para los organizadores la cuestión política partidaria no perdonaría ni siquiera a una causa colectiva y patriótica como la de Malvinas.
Pero el momento más polémico se vivió en instantes en que la locutora oficial mencionó a la Gobernadora de la Provincia Fabiana Ríos, alusión que fue acompañada del ruidoso abucheo de las barras kirchneristas y de la “cámpora” que fueron convocadas al recinto. La silbatina se extendió durante todo el tiempo en que Fabiana Ríos hacía entrega de una distinción a la Presidenta y un presente consistente en un poncho fueguino.
Al momento de dar su alocución la Gobernadora, el abucheo continuaba mientras Fernández de Kirchner (a su lado) hacía tibios gestos pidiendo moderación y dirigentes del Frente para la Victoria que gozaban el lujo de compartir la mesa tenían en sus rostros gestos de satisfacción que no se ocuparon de disimular.
Ni el carácter cuasi sagrado del acto ni la investidura de la principal autoridad de la Provincia sirvieron para poner límites esta vez al fervor sectarista de las huestes que en Ushuaia lidera Walter Vuotto.
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